Todo empezó hace tres veranos en que hubo un equipo móvil en Tardajos (Burgos) de la HERMANDAD DE DONANTES DE BURGOS que nos visitó para ese fin.
Siempre me había resultado muy duro un simple análisis porque tenía un miedo atroz a las agujas, a la sangre, a los pinchazos; pero a fuerza de ser madre en dos ocasiones, me tuve que acostumbrar.
Y cuando vinieron aquí les abrí la puerta del ayuntamiento para que instalaran todo, y fue algo increíble. Me encontré con mi amiga Rosa aquel día, que llevábamos mucho tiempo sin vernos. Fue una gran sorpresa su reencuentro. Yo venía de correr y se ve que mi sangre estaba revolucionada y no pude llegar al medio litro, pero para ser la primera vez, con 300 gramos fue suficiente. Mi secreto, no mirar. Así he descubierto que la sangre no da vértigo. Porque verla salir tan roja es alucinante. Y todo lo relacionado con la medicina para mi. Una vez, me mareé viendo como ponían agujas a un enfermo en la cabeza en la tele. Todo me dio vueltas y me tuve que acostar hasta que se me pasó la impresión y me recuperé. Si hay imágenes así procuro no mirar por si acaso.
El caso es que aquella primera vez me resultó bien y desde entonces dono sangre, cuando comprendo que debo hacerlo. El año pasado una vez, y este año ya ha he donado y volveré en breve. En la segunda ocasión ya llené el medio litro sin enterarme pues iba tranquila a ello. Y después ya ningún problema.
Hay que estar bien de salud y hay enfermedades con las que no puedes ser donante. No todo el mundo, aunque quiera puede hacerlo. Lo mejor es ser sincero y enterarte si puedes o no. Me parece que tengo una gran suerte por lo sana que estoy, y cada vez que lo hago mi moral sube porque es muy gratificante hacer algo por los demás, a los que no conoces, pero que en un determinado momento les puede salvar la vida un poco de tu sangre; y no morir de un accidente, de una enfermedad, operación, etc.
A veces, he pensado que yo misma o mis propios familiares la pueden necesitar en algún momento; porque nunca se sabe que vas a necesitar en esta vida. Y tu generosidad puede beneficiarte siempre a ti y a los demás.
De las veces que lo he hecho siempre he salido con la moral muy alta y por todo. A los pocos días te envían un mensaje al móvil, diciéndote que todo va bien o avisándote si tuvieses algún problema y no lo supieras.
Y justo hoy, que estaba con la moral algo baja he recibido mi revista de Domante con la Memoria 2010, de todo lo que la Federación de donantes realiza en Burgos y en Castilla y León. Te recuerdan que hay un encuentro y una comida al que cada uno puede ir si lo desea. Cada uno paga su cuenta pero se pueden reunir. Por ejemplo esta cita será el 4 de junio. Los actos se abrirán con una misa en la iglesia de San Lesmes, en sufragio por los donantes fallecidos. Después una Asamblea General Ordinaria y un sorteo entre los que han donado al menos una vez durante el año 2010. Y para concluir, una cena en el Hotel Fernán González de Burgos (que hay que hacer la reserva porque hay plazas limitadas) Pues yo no iré pero me agrada pertenecer a este colectivo. Es bueno sentirte grupo y saber que hay mas personas como tu y que se acuerdan de ti en un determinado momento. Cuentan contigo y te invitan a sus actividades.
Ser de la roja es gratificante.
Siempre me había resultado muy duro un simple análisis porque tenía un miedo atroz a las agujas, a la sangre, a los pinchazos; pero a fuerza de ser madre en dos ocasiones, me tuve que acostumbrar.
Y cuando vinieron aquí les abrí la puerta del ayuntamiento para que instalaran todo, y fue algo increíble. Me encontré con mi amiga Rosa aquel día, que llevábamos mucho tiempo sin vernos. Fue una gran sorpresa su reencuentro. Yo venía de correr y se ve que mi sangre estaba revolucionada y no pude llegar al medio litro, pero para ser la primera vez, con 300 gramos fue suficiente. Mi secreto, no mirar. Así he descubierto que la sangre no da vértigo. Porque verla salir tan roja es alucinante. Y todo lo relacionado con la medicina para mi. Una vez, me mareé viendo como ponían agujas a un enfermo en la cabeza en la tele. Todo me dio vueltas y me tuve que acostar hasta que se me pasó la impresión y me recuperé. Si hay imágenes así procuro no mirar por si acaso.
El caso es que aquella primera vez me resultó bien y desde entonces dono sangre, cuando comprendo que debo hacerlo. El año pasado una vez, y este año ya ha he donado y volveré en breve. En la segunda ocasión ya llené el medio litro sin enterarme pues iba tranquila a ello. Y después ya ningún problema.
Hay que estar bien de salud y hay enfermedades con las que no puedes ser donante. No todo el mundo, aunque quiera puede hacerlo. Lo mejor es ser sincero y enterarte si puedes o no. Me parece que tengo una gran suerte por lo sana que estoy, y cada vez que lo hago mi moral sube porque es muy gratificante hacer algo por los demás, a los que no conoces, pero que en un determinado momento les puede salvar la vida un poco de tu sangre; y no morir de un accidente, de una enfermedad, operación, etc.
A veces, he pensado que yo misma o mis propios familiares la pueden necesitar en algún momento; porque nunca se sabe que vas a necesitar en esta vida. Y tu generosidad puede beneficiarte siempre a ti y a los demás.
De las veces que lo he hecho siempre he salido con la moral muy alta y por todo. A los pocos días te envían un mensaje al móvil, diciéndote que todo va bien o avisándote si tuvieses algún problema y no lo supieras.
Y justo hoy, que estaba con la moral algo baja he recibido mi revista de Domante con la Memoria 2010, de todo lo que la Federación de donantes realiza en Burgos y en Castilla y León. Te recuerdan que hay un encuentro y una comida al que cada uno puede ir si lo desea. Cada uno paga su cuenta pero se pueden reunir. Por ejemplo esta cita será el 4 de junio. Los actos se abrirán con una misa en la iglesia de San Lesmes, en sufragio por los donantes fallecidos. Después una Asamblea General Ordinaria y un sorteo entre los que han donado al menos una vez durante el año 2010. Y para concluir, una cena en el Hotel Fernán González de Burgos (que hay que hacer la reserva porque hay plazas limitadas) Pues yo no iré pero me agrada pertenecer a este colectivo. Es bueno sentirte grupo y saber que hay mas personas como tu y que se acuerdan de ti en un determinado momento. Cuentan contigo y te invitan a sus actividades.
Ser de la roja es gratificante.