Federico García Lorca era homosexual y él nunca lo ocultó, pero hay una parte de su vida afectiva no especialmente conocida que tuvo Lanjarón como escenario y a una muchacha cordobesa como primera actriz. Primer amor. En un balneario de Lanjarón, en las estribaciones de las Alpujarras, Lorca, que acompaña a su madre, conoce a una muchacha de la que se enamora, María Luisa Natera. Ella tiene 15 años y él, 18 y la sexualidad adormecida o reprimida. Se gustan porque ambos tocan el piano. Galantean mientras ... (ver texto completo)