Calla el silencio para que yo grite
y repiquen los pasos en la piedra
centenaria de las calles. Pasión
de procesión en balcones velados
por visillos de indiscretos encajes.
Pasa la vida, doliendo el dolor.
Todos con la memoria a cuestas, suben
la cuesta de la calle Balborraz.
Arriba el cielo de los soportales,
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