Gracias, Plazalagua. Mi hermana la segunda le leyó este
poema a mi madre y mi madre se emocionó.
La acacia nueva es un brote de la vieja y un día, cuando mi padre lo vio, le puso un tutor a la ramita y un cerco protector. La acacia creció con tanta protección y todas mis primas
argentinas se han hecho
fotos con ella. Ahora es el paraíso de las gatas de la
familia.
Esta es Tizzi, la que más disfruta.
Un abrazo.