¿A dónde se dirigen tantas piernas heridas
tantos brazos quemados, tantos ojos abiertos
poniendo en énfasis la desdicha
con tan solo mirarlos
y detenerse en sus lacrimales rotos
desbordados de toda la inacción?
Es la revolución de los que sufren.
Las bocas continúan
con su hambre por dentro y la voz silenciada.
Nada nuevo sucede mas que un largo camino
en el que solo creen esas sandalias rotas
que sujetan los pies como a su vida.
Lo veo cada día en la televisión
si no fuera por eso tal vez no creería
que pasado y futuro les cuelgan de la espalda
que la palabra paz es la quimera
mientras aquí seguimos con tanta indiferencia.