A HOPE

Como hoja seca te acaricia el viento
nigeriano de miel y de antracita,
de tus profundos ojos el tormento
nos habla del temor y del lamento,
que al Divino Señor seguro irrita.

Nadie besa tu rostro macilento
tu flor que poco a poco se marchita,
nada importa tu día gris y cruento
nadie alumbra tus noches con un cuento
de ternura. ¡Tu soledad maldita!

¿Quién domina del hombre el pensamiento?
quien calla al alma que impotente grita?
¿quién ordena ser ciego al sufrimiento?
¿quién muda la vid en seco sarmiento?
¿quién a la maldad protege e incita?

Niño de luna, ¡que amargo momento
verte ante la gran masa que dormita!
¡si pudiera abrigarte con mi aliento
cubrir tu cuerpo y alma de alimento!
Muerte, mi Dios, al ser que al mal agita.

Mari.

He querido confeccionar estos quintetos para HOPE un niño nigeriano, cuyos padres lo echaron de casa por que decían que era brujo, el niño deambulaba por las calles hasta que una cooperante danesa se encargó de él. Se estremece el alma al ver estos casos, pero no es único, él representa a miles de niños desnutridos y que diariamente mueren en el llamado tercer mundo, es la vergüenza del mundo que llamamos primero y que permitimos con nuestro sistema del reparto de la riqueza el que unos tengamos mucho y otros nada de nada. Quien pueda permanecer indiferente ante estos casos, poco de humano tiene.