Quiero entrar en tu puerto sin mis dudas
sin miedo de encallar en esta playa,
la playa de tu vida;
sin miedo a naufragar.
Si naufrago en los mares de la noche
me tenderás la mano,
me mostrarás a DIOS.
Si mi barco al capricho de los vientos
no encuentra su camino,
envíale tu luz.
Si mi barco al capricho de las olas
sucumbe a su vaivén,
sujeta bien las velas,
en galerna no quisiera morir.
Noemí.
Silva en verso blanco. No emplea rima alguna; la usa, por ejemplo, el poeta
español de la Generación del 27 Pedro Salinas.