Es una tarde somnolienta, perezosa;
rompe el silencio un tímido llanto
de mujer desvalida,
canta el río,
calmo el viento.

Quiero saber si la verdad existe
para que mueran los momentos de duda,
los temores y los miedos.

Quiero saber por qué existe el reloj,
la medida del tiempo;
si el tiempo es un regalo,
¿por qué se mide?,
¿por qué lo estoy midiendo?

Quisiera ver la inmensidad de Dios
en la bondad del ser humano,
sentir la paz sin desaliento,
ser mejor, no sentir miedo.

Ese llanto es de una madre
que entregó su hijo a las olas.
¿Cómo medirá el tiempo?

Noemí