Sobresale la nieve de la seda,
la seda y crespón negro.
Cupido llora por ausente amor
y de Tánatos miedo;
triunfa la niebla fría
en el oscuro cielo.
¿Qué fue de tu hermosura?
¿Qué fue de tu pasión y tus anhelos?.
¡Oh triste soledad!
Cómplice fuiste de mis devaneos.

Me muero de tristeza​
añorando tus besos.
Epidemia de rabia
viendo que de tus dedos,
desaparece el oro
que sellé con te quieros.

A tu rostro adorado, tan hermoso
lo está esperando el fuego.
Y sólo sé gritar
que de pensarlo muero.

Noemí

Silva arromanzada.

El tema es propio del romanticismo, sólo que en aquel tiempo no se incineraba.