Inexorable el águila del tiempo,
que nos hace mayores sin descanso,
de tu niñez voló a la adolescencia,
apenas sin notarlo,
y se llevó cogida entre sus garras
la candidez de tan preciosos años.
Bellos aconteceres
en la memoria quedaron guardados,
para que siempre sea dulce deleite
y solaz recordarlos.
Pero ahora ya es presente
-ascua encendida que vive quemando-,
que ofrece tentadoras novedades
que el alma ve, tal vez, con entusiasmo;
que hay que ver con prudencia,
que hay que observar despacio,
despacio y con sentido,
y optar por lo mejor en cada caso.
Algo fundamental para tu vida,
algo, niña, que ya tienes logrado,
es ser amiga de tus padres siempre;
acude a ellos cuando
consejo tus problemas necesiten,
¡no te dejes guiar por los extraños!
Si son tus confidentes,
tu consuelo, el pañuelo de tu llanto,
en tu andar por la vida
tendrás todo ganado.
Plazalagua.
Hoy cumple años mi nieta y le he dedicado esta silva arromanzada. Ya sé que esta semana toca consonante, pero la pongo no obstante.
¡Feliz día de San Isidro!
que nos hace mayores sin descanso,
de tu niñez voló a la adolescencia,
apenas sin notarlo,
y se llevó cogida entre sus garras
la candidez de tan preciosos años.
Bellos aconteceres
en la memoria quedaron guardados,
para que siempre sea dulce deleite
y solaz recordarlos.
Pero ahora ya es presente
-ascua encendida que vive quemando-,
que ofrece tentadoras novedades
que el alma ve, tal vez, con entusiasmo;
que hay que ver con prudencia,
que hay que observar despacio,
despacio y con sentido,
y optar por lo mejor en cada caso.
Algo fundamental para tu vida,
algo, niña, que ya tienes logrado,
es ser amiga de tus padres siempre;
acude a ellos cuando
consejo tus problemas necesiten,
¡no te dejes guiar por los extraños!
Si son tus confidentes,
tu consuelo, el pañuelo de tu llanto,
en tu andar por la vida
tendrás todo ganado.
Plazalagua.
Hoy cumple años mi nieta y le he dedicado esta silva arromanzada. Ya sé que esta semana toca consonante, pero la pongo no obstante.
¡Feliz día de San Isidro!