Verso libre
¡Aquel gesto,
al cruzarnos por la acera,
renovó en mí
el deseo incontenible
de volver a verte!
En silencio vuelvo a soñar
por el regreso, por el encuentro
cada tarde
y busco intensamente
entre las gentes
tu rostro inolvidable.
El sueño me rinde
y me torna tan agrio
que me desvelo al alba,
cuando el alma se hace resistente.
¡Oh aquel gesto
tan intenso, tan suave!
No recuerdo cómo fue,
ni dónde estaba.
¡Aquel gesto,
al cruzarnos por la acera,
renovó en mí
el deseo incontenible
de volver a verte!
En silencio vuelvo a soñar
por el regreso, por el encuentro
cada tarde
y busco intensamente
entre las gentes
tu rostro inolvidable.
El sueño me rinde
y me torna tan agrio
que me desvelo al alba,
cuando el alma se hace resistente.
¡Oh aquel gesto
tan intenso, tan suave!
No recuerdo cómo fue,
ni dónde estaba.