¿QUIEN SOY YO?
¿Quién soy yo que apenas me conozco,
que en mi ente se ha dado
un cambio sustancial?
Ayer la inspiración, como agua viva,
a raudales fluía en mi derredor,
bañando mis ambientes de poesía,
llenando de belleza mi vivir.
Hoy el duende se aleja de mí.
Esa luz resplandeciente
que ha alumbrado mi camino,
se está convirtiendo en sombra,
me está robando ilusión.
¿Qué hacer para resurgir,
para volver a soñar;
para derramar de nuevo
la fuerza de mi sentir;
para volver a expresar
lo bello de la existencia,
de la vida, de las cosas …
del amor, de la amistad;
y también, con sentimiento,
la crudeza que hay en otras …?
Plazalagua.
¿Quién soy yo que apenas me conozco,
que en mi ente se ha dado
un cambio sustancial?
Ayer la inspiración, como agua viva,
a raudales fluía en mi derredor,
bañando mis ambientes de poesía,
llenando de belleza mi vivir.
Hoy el duende se aleja de mí.
Esa luz resplandeciente
que ha alumbrado mi camino,
se está convirtiendo en sombra,
me está robando ilusión.
¿Qué hacer para resurgir,
para volver a soñar;
para derramar de nuevo
la fuerza de mi sentir;
para volver a expresar
lo bello de la existencia,
de la vida, de las cosas …
del amor, de la amistad;
y también, con sentimiento,
la crudeza que hay en otras …?
Plazalagua.
Todos los días no son iguales, POETA. Tengo un amigo compositor de pasodobles que actualmente trabaja por encargo en un trabajo a Villaconejos. Ayer me decía que le ayudara con la letra, porque el gentilicio tiene muy mala rima.
Llega un periodo otoñal que se presta a la nostalgia. Recuerda un paseo en tu maravillosa Sierra, el ruido de las hojas que crujen bajo los pies de tu amor, la lluvia que incita a compartir un paraguas, los colores rojizos de la tierra entre los olivos, un águila que volando picotea una nube.
Y en lo más alto e inaccesible, Dios.
Un abrazo.
Llega un periodo otoñal que se presta a la nostalgia. Recuerda un paseo en tu maravillosa Sierra, el ruido de las hojas que crujen bajo los pies de tu amor, la lluvia que incita a compartir un paraguas, los colores rojizos de la tierra entre los olivos, un águila que volando picotea una nube.
Y en lo más alto e inaccesible, Dios.
Un abrazo.