FUERA DE PROGRAMA
Ha muerto Leonard Cohen
Vagar en la noche sin poder respirar, el calor me lo impide.
De pronto me convierto en mariposa de luna estática,
el aire se queda sin respiración, sin olor de barbacoas;
en cambio el dulzor del jazmín me embriaga.
¡Calla y escucha, no hables, suenan las notas de una canción!
Voz ronca y acariciadora, seductora, envolvente......
Me enfado conmigo misma, es POETA EN NUEVA YORK,
pero no recuerdo el nombre del cantor.
¡Ay la memoria! ¿Quién eres? ¿Por qué me abandonas?
No me resigno, hago esfuerzos sobrehumanos y
de pronto mi memoria vuelve a mí, COHEN, LEONARD COHEN,
novelista, poeta, músico, cantautor, premio PRÍNCIPE DE ASTURIAS.
“ ¡Ay, ay, ay, ay! Tomo este vals con la boca cerrada.
Me ahogo en él y escucho porque me fascina.
Este vals, este vals, este vals “ ¡Ay, ay, ay, ay!
“ ¡Ay, ay, ay, ay! Toma este vals que se muere en mis brazos.
“ ¡Ay, ay, ay, ay! Toma este vals del «Te quiero siempre»”
Acabó la canción, la luna se desdibuja, no durará hasta el amanecer
porque la ha eclipsado la canción, porque no sabe bailar el vals.
¿Y mis alas de suave terciopelo de mariposa errante?
Se han perdido, no han podido resistir el embrujo del vals.
Noemí.
Ha muerto Leonard Cohen
Vagar en la noche sin poder respirar, el calor me lo impide.
De pronto me convierto en mariposa de luna estática,
el aire se queda sin respiración, sin olor de barbacoas;
en cambio el dulzor del jazmín me embriaga.
¡Calla y escucha, no hables, suenan las notas de una canción!
Voz ronca y acariciadora, seductora, envolvente......
Me enfado conmigo misma, es POETA EN NUEVA YORK,
pero no recuerdo el nombre del cantor.
¡Ay la memoria! ¿Quién eres? ¿Por qué me abandonas?
No me resigno, hago esfuerzos sobrehumanos y
de pronto mi memoria vuelve a mí, COHEN, LEONARD COHEN,
novelista, poeta, músico, cantautor, premio PRÍNCIPE DE ASTURIAS.
“ ¡Ay, ay, ay, ay! Tomo este vals con la boca cerrada.
Me ahogo en él y escucho porque me fascina.
Este vals, este vals, este vals “ ¡Ay, ay, ay, ay!
“ ¡Ay, ay, ay, ay! Toma este vals que se muere en mis brazos.
“ ¡Ay, ay, ay, ay! Toma este vals del «Te quiero siempre»”
Acabó la canción, la luna se desdibuja, no durará hasta el amanecer
porque la ha eclipsado la canción, porque no sabe bailar el vals.
¿Y mis alas de suave terciopelo de mariposa errante?
Se han perdido, no han podido resistir el embrujo del vals.
Noemí.