LA FORTUNA...

LA FORTUNA

Cuatro muros de cal, libros, y una
ventana al campo, y en la lejanía
las montañas o el mar, y la alegría
del sol, y la tristeza de la luna:

eso a mi eterna laxitud moruna,
para vivir en paz le bastaría...
¡Bien poco es lo que pides, alma mía,
pero menos te ha dado la Fortuna!

Échate, alma, a recordar... ¡Infancia
sin madre, adolescencia sin amores,
juventud sin placer!... ¡Así has vivido!...

¡Y ahora, un caduco otoño sin fragancia,
un pálido luar sin ruiseñores,
y un amor imposible sin olvido!

Villaespesa, Francisco

El autor monta este magnifico soneto aparentemente con pocos elementos, pero repasando los ingredientes modernistas, podemos observar que
los símbolos nos muestran aquello con lo que a él le bastaría para ser feliz (los dos cuartetos) y luego viene el lamento de que no sólo no ha tenido una infancia feliz, sino que también la vejez que ahora le espera sin "ruiseñores y sin amor" no es halagüeña. Toda una demostración de arte y dominio del lenguaje.