¡Qué belleza lucía la pradera...

¡Qué belleza lucía la pradera
en la tarde adornando tu melena!
Y las flores al par de envidia y pena,
de celos desfallecen en la espera.

Esmeralda en beldad de primavera
forma marco a tu rostro, piel serena
satinada de perfección morena.
¡Quién pudiera tenerte, quién pudiera!

Hay perlas de rocío vespertino
admirando el donaire en el camino
de tus pasos en dulce movimiento.

Y tus rizos marcando mi destino
de incansable y paciente peregrino
esperando que llegue mi momento.

Noemí

Uyuyuyuyuy, POR FIN, me he decidido a estrenar el ordenador nuevo; qué mal rollo, con lo bien que estaba con el viejo. Demasiado moderno.

Y no digo más porque he acabado muertamatá, pero el soneto es modernista, modernista.
Espero que os haya gustado.
Respuestas ya existentes para el anterior mensaje:
Pues sí, Noemi. Esto está cuajado de sinestesias. Está muy bien.
Me gusta...