Hola Mari,...

LA VIDA PASA

Caminaba tortuoso por el mundo del trabajo
cargado conmigo y mis quimeras cotidianas,
sin percatarme del paso del tiempo,
hasta que la plebe empezó a mirarme
como se suele mirar a un anciano.
Entonces consideré, sin sorpresa,
que la vida ya se había marchado
poco a poco,
paso a paso,
como se marchan los trenes parados
cada día, cada año en la estación:
todos llegaron y todos se fueron
mientras que yo, extasiado,
estaba de pie en el andén mirando.

NOTA: Se está poniendo de moda el estilo de poesía de verso libre y métrica de 7, 11 y 14 sílabas, con el propósito de mantener el ritmo y
centrarse más en el contenido que en la forma.

Hola Mari,

Te mando de nuevo el poema rectificando algunos versos a ver cómo lo ves ahora.

LA VIDA SE PASA

Caminaba tortuoso entre la gente
cargando conmigo y con mis quimeras
sin pensar en que el tiempo se acababa,
hasta que un anciano empezó a mirarme
como suelen mirar los que tienen muchos años.
Me percaté con sorna
cuando dijo que la vida se había marchado
poco a poco,
paso a paso,
como se marchan los trenes parados
cada día, cada año en la estación:
todos llegan y salen...
En cambio yo, extasiado,
me quede allí sobre el andén mirando.