Los ríos de mi pueblo, El Talanda y El Montoya:
Yo más que del TALANDA, del MONTOYA.
¡Que recuerdos me trae de sus orillas!,
en las tardes pasadas de chiquillas
a la sombra del álamo en sus hoyas.
Encontramos refugio, nos apoyas.
Tú, que antes que al PIÑERO, en otras villas
seguro que escuchaste maravillas
que regalan los novios a sus "joyas".
Tú regabas el huerto de mi padre,
los blancos crisantemos de mi madre.
Los rosales no tenían espinas.
Y mi abuela regaba por la tarde,
cuando el sol ya no quema, cuando no arde,
sus flores con tus aguas cristalinas.
Noemí.
Este fue, creo, el segundo soneto que hice.
Tiene un fallito por llamarse el arroyo Montoya en singular.
Difícil rima, pero es de
hace más de siete años. Todavía no conocía a Cabrero y Plazalagua.
Yo más que del TALANDA, del MONTOYA.
¡Que recuerdos me trae de sus orillas!,
en las tardes pasadas de chiquillas
a la sombra del álamo en sus hoyas.
Encontramos refugio, nos apoyas.
Tú, que antes que al PIÑERO, en otras villas
seguro que escuchaste maravillas
que regalan los novios a sus "joyas".
Tú regabas el huerto de mi padre,
los blancos crisantemos de mi madre.
Los rosales no tenían espinas.
Y mi abuela regaba por la tarde,
cuando el sol ya no quema, cuando no arde,
sus flores con tus aguas cristalinas.
Noemí.
Este fue, creo, el segundo soneto que hice.
Tiene un fallito por llamarse el arroyo Montoya en singular.
Difícil rima, pero es de
hace más de siete años. Todavía no conocía a Cabrero y Plazalagua.
¿El segundo verso?
No, la rima en plural con Montoya.
El arroyo se tendría que llamar Montoyas
El arroyo se tendría que llamar Montoyas
No, no me refiero a eso.
Cuento doce sílabas en el segundo y lo veo mejor así: " Que recuerdos me traen sus orillas "
Pero de todas formas, maja, a devanarte la sesera y a corregirlo para lo del plural, que si quieres, puedes.
Cuento doce sílabas en el segundo y lo veo mejor así: " Que recuerdos me traen sus orillas "
Pero de todas formas, maja, a devanarte la sesera y a corregirlo para lo del plural, que si quieres, puedes.