Precioso Mari, muy real

AL AMOR VERDADERO. (Poema libre)

Estás ahí siempre que te llamo,
estás ahí, velando mi sueño
vigilante atento a mis deseos,
ardiente amante, mi querido esposo.

No hay tiempo capaz de apagar tu llama
ni arrugas que a tus ojos afeen mi rostro,
ni la nieve que cubre nuestros cabellos
calma tu sed de besos y de noches.

Fuente, agua limpia para nuestro jardín,
yo me siento flor a tu merced,
estremeciéndome con tu contacto
mujer entre nuestras sábanas blancas.

Puntal que sostiene nuestro templo
compañero, amigo, cómplice,
amante que me descubre nuevos cielos,
desnudando mi cuerpo, desnudando mi alma.

Bebo de tu boca y vivo de tu vida
acaba nuestra travesía, finaliza el mar
y nuestro barco permanece intacto
en busca de otro mar más inmenso.

Mari

Precioso Mari, muy real