ALBA...

ALBA

Se paraba
la rueda
de la noche...
Vagos ánjeles malvas
apagaban las verdes estrellas.

Una cinta tranquila
de suaves violetas
abrazaba amorosa
a la pálida tierra.

Suspiraban las flores al salir de su ensueño,
embriagando el rocío de esencias.

Y en la fresca orilla de helechos rosados,
como dos almas perlas,
descansaban dormidas
nuestras dos inocencias
— ¡oh que abrazo tan blanco y tan puro!—
de retorno a las tierras eternas.

Juan Ramón Jiménez

Versos de varias medidas: 7 y 10 sílabas métricas la mayoría. Rima asonante en los pares, en e.. a. En la primera estrofa hay rima asonante en a.. a del primero con el tercero.