LA COSTA...

LA COSTA

El piar de las gaviotas por el cielo
me despierta temprano,
cuando apenas alumbra la luz del día.
El horizonte está gris
y las barcas cabecean
para posar serenamente
sobre una playa de olas pequeñas
blancas, de espuma transparente
que dejan la arena marrón
cuando se moja;
las pisadas las deshace
el leve vaivén,
como si limpiara los cristales
la esponja salada.
Así se despierta el día
hasta que la noche caiga.