Qué bien, magnífico, Plazalagua. Qué bien te sienta...

Las horas de la tarde en primavera,
esplendorosas, apacibles, bellas...,
se alargan inundándonos de luz;
pareciera que ya no hubiera noche.

Otras horas,
las horas del otoño de mi vida,
repletas de quehaceres,
se alargan adentrándose en la noche.

El alma,
ansiosa de solaz con vehemencia,
impaciente espera, día tras día,
ese momento grato.

Plazalagua.

Son ya malas fechas para "mi otoño". Como tanto me gusta Angel González, no quiero pasar sin escribir algo, recordando su obra "Otoño y otras luces".

Abrazos a todos.

Qué bien, magnífico, Plazalagua. Qué bien te sienta ese otoño.
Un abrazo.