Te dormiste apretando...

Te dormiste apretando
mi mano con tu frío hocico, escuchado tu poema favorito en redondillas
llenas de dulzura y alegría.

Triste mañana,
parecía otoño de mortecino sol.
Te limpié tus ojitos azabache
y una lágrima febril me estremeció.

Te has ido lleno de canciones y cariño,
y nos dejas doloridos y maltrechos por tu ausencia.
¡Nos has dado tanto!
Desde el principio, cumpliste una entrañable función:
hacernos felices.

Nunca te olvidaremos.

Noemí.
Respuestas ya existentes para el anterior mensaje:
Noemí, créeme que lo siento muchísimo, si te sirve de consuelo un abrazo inmenso, de verdad que lo siento, se muy bien lo que se quieren estos animalitos.

Un saludo muy cordial.