AÑORANZA (De anteriores trabajos)
Voló el tiempo, en el recuerdo tú
siempre tú.
Éramos jóvenes, tú más que yo,
si pudiera borrar esas veinte lunas
que me separan de ti,
te amaría sin miedo;
si mi rostro y mi cuerpo conservaran aún
la tersura de entonces,
escalaría contigo las más altas cimas
y sería esa Diosa del placer eterno.
Te recuerdo vigoroso, envolvente
como el buen vino,
igual que el río que acaricia su cauce
besando piedra a piedra.
Amante tierno
siempre la flor en tus labios,
la mirada encendida
las manos abriendo caminos.
Recuerdos que el viento me trae
de horas gozosas llenas de fuego
vividas a hurtadillas;
el deseo reinaba en nuestros cuerpos
era verano,
quedaba lejos el invierno
¿invierno? ¡No existía!
días de vino y rosas.
¡Si pudiera ocultar esas lunas!
MARI.
Una mujer madura, que añora a su joven compañero, mas el tiempo se impone y aunque veinte años no es nada, al parecer para esta pareja, si lo fue.
Voló el tiempo, en el recuerdo tú
siempre tú.
Éramos jóvenes, tú más que yo,
si pudiera borrar esas veinte lunas
que me separan de ti,
te amaría sin miedo;
si mi rostro y mi cuerpo conservaran aún
la tersura de entonces,
escalaría contigo las más altas cimas
y sería esa Diosa del placer eterno.
Te recuerdo vigoroso, envolvente
como el buen vino,
igual que el río que acaricia su cauce
besando piedra a piedra.
Amante tierno
siempre la flor en tus labios,
la mirada encendida
las manos abriendo caminos.
Recuerdos que el viento me trae
de horas gozosas llenas de fuego
vividas a hurtadillas;
el deseo reinaba en nuestros cuerpos
era verano,
quedaba lejos el invierno
¿invierno? ¡No existía!
días de vino y rosas.
¡Si pudiera ocultar esas lunas!
MARI.
Una mujer madura, que añora a su joven compañero, mas el tiempo se impone y aunque veinte años no es nada, al parecer para esta pareja, si lo fue.
Lo recuerdo, qué bonito.