De mi historia La hija del farero
Pasaron las horas,
también muchos días,
rugían las olas:
olas desmedidas.
Pasaban los meses
y su alma de niña
soñaba quereres
en próximo encuentro
de noches de bienes.
Noche de febrero
en tiempo de luna,
caricias y besos.
Con el mar en lucha,
de la tempestad
ella pide que huya.
Que la inmensa mar
se calme de pronto
y no grite más.
De sirenas coro
es esa galerna
como oscuro pozo.
Y María reza
en playas del sur,
lejos de Oropesa.
Noemí.
Pasaron las horas,
también muchos días,
rugían las olas:
olas desmedidas.
Pasaban los meses
y su alma de niña
soñaba quereres
en próximo encuentro
de noches de bienes.
Noche de febrero
en tiempo de luna,
caricias y besos.
Con el mar en lucha,
de la tempestad
ella pide que huya.
Que la inmensa mar
se calme de pronto
y no grite más.
De sirenas coro
es esa galerna
como oscuro pozo.
Y María reza
en playas del sur,
lejos de Oropesa.
Noemí.