Me pasearé por El Taller, merece la pena.
Y, ¿por qué no lo ibas a hacer? Tengo ganas de herir la piel de mis manos por culpa de los aplausos.
Estás hecho todo un poeta. Has utilizado un estupendo recurso retórico para decirme algo tan bonito.
Gracias, Ángel.
Gracias, Ángel.