Vaya, vaya.
Vaya manera de meter la pata, vamos, que hasta el coreógrafo la ha metido con tanta carcajada.
Pero bueno y encima no sabe que el poemilla no es un soneto, ni un sonetillo.
Mesura, y contar hasta diez antes de meter la gamba.
Vaya manera de meter la pata, vamos, que hasta el coreógrafo la ha metido con tanta carcajada.
Pero bueno y encima no sabe que el poemilla no es un soneto, ni un sonetillo.
Mesura, y contar hasta diez antes de meter la gamba.