Vaya, vaya.
Vaya manera de meter la pata, vamos, que hasta el coreógrafo la ha metido con tanta carcajada.
Pero bueno y encima no sabe que el poemilla no es un soneto, ni un sonetillo.
Mesura, y contar hasta diez antes de meter la gamba.
Vaya manera de meter la pata, vamos, que hasta el coreógrafo la ha metido con tanta carcajada.
Pero bueno y encima no sabe que el poemilla no es un soneto, ni un sonetillo.
Mesura, y contar hasta diez antes de meter la gamba.
A LA GIRALDA (Mercedes de Velilla)
A tu sombra nací, Giralda mía,
y con el aire que te besa aliento;
de su arte soñador te hizo portento
la árabe raza triunfadora un día.
De la reina gentil de Andalucía
eres la maravilla y ornamento,
y te elevas gallarda al firmamento,
y esplendes a la luz que el sol te envía.
Yérguete siempre en mi nativo suelo,
y, al mágico vibrar de tus campanas,
olvide mi ciudad tristeza o duelo.
De alzarte entre los ángeles te ufanas;
que a tu vértice tienes los del cielo,
y al pie las hechiceras sevillanas.
A tu sombra nací, Giralda mía,
y con el aire que te besa aliento;
de su arte soñador te hizo portento
la árabe raza triunfadora un día.
De la reina gentil de Andalucía
eres la maravilla y ornamento,
y te elevas gallarda al firmamento,
y esplendes a la luz que el sol te envía.
Yérguete siempre en mi nativo suelo,
y, al mágico vibrar de tus campanas,
olvide mi ciudad tristeza o duelo.
De alzarte entre los ángeles te ufanas;
que a tu vértice tienes los del cielo,
y al pie las hechiceras sevillanas.