NOCHE DE REYES. (de trabajos anteriores)
Esta noche no, mi niño,
esta noche no hay pandemia,
ni sombras, ni duendes negros
que tu alegría oscurezcan;
será una noche encantada
sin mascarillas horrendas,
que, atrevidas y envidiosas,
de tu sonrisa mas tierna,
la ocultan avariciosas
y de tu boca se adueñan
escondiendo tu ternura
admirando tu inocencia.
Cada rincón de la casa
te hablará de cosas bellas,
se iluminarán tus ojos,
¡brillarán con tanta fuerza
que ellos dirán en silencio
lo que tus labios no muestran!
Esta noche, mi pequeño,
no hay dolor, huye la pena,
llegan los tres Reyes Magos
cargados de cosas buenas,
te dará un beso la luna,
se esconderán las estrellas
para que nada perturbe
tu paz de roscón y yema.
Con tu pijama de rayas,
el alma aún no despierta,
y el corazón a galope
despacio abrirás la puerta,
y tus ojos soñolientos
se cargarán de sorpresas,
¡que jamás pudo el invierno
con la bendita inocencia!
que siempre brota la rosa
venciendo escarcha y pandemia.
Esta noche no, mi niño,
esta noche no hay pandemia,
ni sombras, ni duendes negros
que tu alegría oscurezcan;
será una noche encantada
sin mascarillas horrendas,
que, atrevidas y envidiosas,
de tu sonrisa mas tierna,
la ocultan avariciosas
y de tu boca se adueñan
escondiendo tu ternura
admirando tu inocencia.
Cada rincón de la casa
te hablará de cosas bellas,
se iluminarán tus ojos,
¡brillarán con tanta fuerza
que ellos dirán en silencio
lo que tus labios no muestran!
Esta noche, mi pequeño,
no hay dolor, huye la pena,
llegan los tres Reyes Magos
cargados de cosas buenas,
te dará un beso la luna,
se esconderán las estrellas
para que nada perturbe
tu paz de roscón y yema.
Con tu pijama de rayas,
el alma aún no despierta,
y el corazón a galope
despacio abrirás la puerta,
y tus ojos soñolientos
se cargarán de sorpresas,
¡que jamás pudo el invierno
con la bendita inocencia!
que siempre brota la rosa
venciendo escarcha y pandemia.
Qué bonito romance, Mari.