Tercer y último acto.
Estamos en una mañana calurosa del mes de Junio, el pueblo de las Canteras en fiesta, hoy es un día grande, un día de procesión, y de alguna manera durante mucho tiempo un día de competición, en un día como hoy, hay un pique entre campanas, por un lado la sonora campana de la iglesia mayor, y por otro lado la golondrina la campana del asilo de las monjas de la caridad.
Desde hace unos años, los bautizaos en la iglesia mayor, parece mayoría, quizás sea también, porque aquellos del otro bando, a sabienda que su campana estaba rota, hasta sentían vergüenza de asistir a la procesión, pero este año ha cambiado, el la torre del campanario del convento, luce resplandorosa una réplica perfecta de lo que fuera la Santa Teresa, y además hecha con su propio material, y con mucha impaciencia, desde cualquier balcón del pueblo, atentos esperan que de un momento a otro vuelva de nuevo a sonar.
En casa de Leonardo, se han dado cita un gentío, por que además de la procesión, todos esperan que Leonardo anuncie entre su gente la intención que le embarga, unirse a Malvaloca para el resto de sus días, y como es normal en este pueblo, en rsto también están dividios, unos están con rosita, y otros en contra de la Malvaloca, mas o menos como si fue Canales y la Magdalena.
Estamos en una mañana calurosa del mes de Junio, el pueblo de las Canteras en fiesta, hoy es un día grande, un día de procesión, y de alguna manera durante mucho tiempo un día de competición, en un día como hoy, hay un pique entre campanas, por un lado la sonora campana de la iglesia mayor, y por otro lado la golondrina la campana del asilo de las monjas de la caridad.
Desde hace unos años, los bautizaos en la iglesia mayor, parece mayoría, quizás sea también, porque aquellos del otro bando, a sabienda que su campana estaba rota, hasta sentían vergüenza de asistir a la procesión, pero este año ha cambiado, el la torre del campanario del convento, luce resplandorosa una réplica perfecta de lo que fuera la Santa Teresa, y además hecha con su propio material, y con mucha impaciencia, desde cualquier balcón del pueblo, atentos esperan que de un momento a otro vuelva de nuevo a sonar.
En casa de Leonardo, se han dado cita un gentío, por que además de la procesión, todos esperan que Leonardo anuncie entre su gente la intención que le embarga, unirse a Malvaloca para el resto de sus días, y como es normal en este pueblo, en rsto también están dividios, unos están con rosita, y otros en contra de la Malvaloca, mas o menos como si fue Canales y la Magdalena.