La vida siempre pasa factura
Bueno es que en el teatro, comencemos a pensar un poco en esta rueda del mundo que no para, rueda con dientes, afilados para unos que producen heridas sangrantes, mimosos y condescendientes con otros, la rueda gira y gira, nunca se para; cuidado con su engranaje, co sus dientes afilados, que mañana lo que eran caricias se pueden tornar en heridas a medida que la rueda avanza, la suerte no siempre está del lado de los mismos.
La vida sí, raras veces olvida facturar.
La vida sí, raras veces olvida facturar.