Teobaldo.
Por fin el día llegó
de la boda deseada
esto será una gozada,
no me lo creo ni yo.
Con muchas dificultades
hemos llegado a este punto
y vive Dios que ya es justo
que empiecen los esponsales.
El gentío se amontona
en la puerta principal
y así poder contemplar
lo más fino de Verona.
Amén de los invitados
de la realeza europea
todos con frac y chistera
de Galerías Preciados.
Al que no veo muy fino
porque tampoco lo es
Mercucio con un chaqué
que parece de su tío.
Por lo de más, todo bien
las mujeres con sus galas
cargadas como las alhajas
y los maridos tambien.
Por fin el día llegó
de la boda deseada
esto será una gozada,
no me lo creo ni yo.
Con muchas dificultades
hemos llegado a este punto
y vive Dios que ya es justo
que empiecen los esponsales.
El gentío se amontona
en la puerta principal
y así poder contemplar
lo más fino de Verona.
Amén de los invitados
de la realeza europea
todos con frac y chistera
de Galerías Preciados.
Al que no veo muy fino
porque tampoco lo es
Mercucio con un chaqué
que parece de su tío.
Por lo de más, todo bien
las mujeres con sus galas
cargadas como las alhajas
y los maridos tambien.