Muy buenos días amig@s
del café teatro “Levante”
haga frío o calor
es un placer presentarse
y veros aquí reunidos
hablando con tan buen talante.
Hoy día de tanto calor
voy a tomar un refresco,
mientras os leo este cuento
sentada en este rincón
de cultura y de talento.
Érase una vez que era
un magistral escritor
que con fábulas mostraba,
su forma de dar lección
a aquel que la necesitaba.
Samaniego se llamaba
ésta que sigue aprendí
la voy a leer aquí
no por dar lección a nadie
me la quiero dar a mi.
Quien no aprende
de la propia experiencia
ha de echar mano
de otras sapiencias
EL HOMBRE Y LA CULEBRA
A una Culebra que, de frío yerta,
en el suelo yacía medio muerta
un labrador cogió; mas fue tan bueno,
que incautamente la abrigó en su seno.
Apenas revivió, cuando la ingrata
a su gran bienhechor traidora mata.
del café teatro “Levante”
haga frío o calor
es un placer presentarse
y veros aquí reunidos
hablando con tan buen talante.
Hoy día de tanto calor
voy a tomar un refresco,
mientras os leo este cuento
sentada en este rincón
de cultura y de talento.
Érase una vez que era
un magistral escritor
que con fábulas mostraba,
su forma de dar lección
a aquel que la necesitaba.
Samaniego se llamaba
ésta que sigue aprendí
la voy a leer aquí
no por dar lección a nadie
me la quiero dar a mi.
Quien no aprende
de la propia experiencia
ha de echar mano
de otras sapiencias
EL HOMBRE Y LA CULEBRA
A una Culebra que, de frío yerta,
en el suelo yacía medio muerta
un labrador cogió; mas fue tan bueno,
que incautamente la abrigó en su seno.
Apenas revivió, cuando la ingrata
a su gran bienhechor traidora mata.