En el Occidente cristiano, los primeros días de noviembre se dedican a la oración por la memoria de los muertos. La conmemoración de los Fieles Difuntos, conocida popularmente como el Día de Difuntos, es una celebración que tiene por objetivo sufragar con oraciones a todos aquellos cristianos que han muerto, de modo especial a los que, según la doctrina católica, aún se encuentran en estado de purificación en el Purgatorio.