A mi me parece que es excesivo el calificativo de horroroso para un cuadro que representa una estampa taurina en la que pinta, yo en este caso, lo que trata de plasmar es la belleza de la plástica y del colorido del espectáculo. En cuanto al desprecio de la vida de un toro en la plaza es mucho menor que el sacrificio de cualquier otra clase de animales que a miles, y a millones, se sacrifican a diario para satisfacer nuestras necesidades alimentarias porque un toro se puede defender, puede herir, puede incluso matar al "carnicero", cosa que en el resto de los casos no existe, se hiere y se sacrifica al animal sin darle la oportunidad de defenderse. Y si además todo eso supone espectáculo, belleza, riesgo, pasión y hasta delirio, mucho mejor aun. Y lo último es que un pintor no solo debe pintar la vida, porque la vida y la muerte son una misma cosa se nace para vivir pero también para morir. Yo pinto lo que veo y lo que veo por desgracia no es solo vida, felicidad, orden, justicia y verdad, también y sobre todo, desgraciadamente es todo lo contrario. Esa es mi opinión, que yo espero respete Vd. igual que yo respeto la suya, aunque ninguno de los dos la compartamos.
No existe, al menos, para ninguna persona que respete la vida animal el colorido al que Ud. se refiere. Tal vez, Ud. mismo pueda verlo en ese delirio al que hace mención. De qué manera hay que hacerles entender que no se pude justificar lo injustificable? Cuántas veces tratarán de equipar la matanza de otros animales a la de los toros! Yo le estoy contestando quizá, con más derecho que otras personas, soy vegetariana, no como animales, lo hago absolutamente convencida del respeto más profundo que siento hacia ellos. Nunca soportaré que unos locos se regodean viendo sufrir y sangrar hasta morir a un pobre animal. Todo lo contrario y se lo digo con todas las letras LOS DESPRECIO.
Me llamas loco, y yo no le voy a poner ningún calificativo porque sería compararme contigo. Califica de delirio mi afición a loa corridas de toros, que es tanto como dudar de mi cordura, y también te lo consiento, porque tal vez sea más penoso el no ver belleza, arte, colorido, plasticidad y emoción, en ese espectáculo que a mí me encanta y que a ti te espanta. Admito que seas vegetariana y, lo respeto, aunque a mí lo que me gusten son los filetes de ternera. Y mira a pesar de todo yo no te desprecio porque para mi es mucho más importante un ser humano, tú, que un toro o que un repollo, pero si hay una cosa que siento por ti es pena, mucha pena, porque tu demuestras tener más respeto y más predilección por los animales que por las personas. Y eso no es muy normal. Y yo si te soporto.
Ud. no siente respeto por mí porque lo que dice lo dice con gran cinismo y eso no es respeto. De todos modos no necesito que Ud. me soporte ni que sienta pena por mí, sienta pena por todos esos ignorantes que carecen de sentido común y sensibilidad y se creen que torturar a los animales frente al público es digno de verse y de promocionarse. No señor no se equivoque, yo no quiero ni respeto más a los animales, lo que ocurre es que el gran depredador de este mundo es el hombre y no los animales. Si hace un esfuerzo a cada momento cuando contemple la gratitud que sienten estos seres, podrá comprobarlo.
El hombre, tu padre, el mío, son los depredadores de este mundo, o sea que lo que se ha conseguido en nuestro planeta, la evolución alcanzada, el desarrollo, y el estado de bienestar se lo debemos a los perros, a los gatos, a las tortugas, a los que yo también reconozco sus virtudes y admiro su gratitud a ese depredador que los acoge en su casa como uno más de la familia. Ignorante no es el que menos sabe sino aquel que sabe mucho, sabe tanto, que se creen que los demás no saben nada. A mi me gustan los toros, que le voy a hacer, a ti no, pero no serás catalana, o catalán, que son los pioneros del anti taurinismo en nuestro país, porque si lo fueras entonces es cuando te diría que no creo para nada en esos anti taurinos que prohíben los toros porque son una fiesta nacional y sin embargo conservan tradiciones catalanas que son tan cruentas o más que las corridas de toros. Seamos coherentes admitamos las tradiciones como algo intrínseco a nuestra sociedad y a nuestra cultura y queriendo mucho a los animales admitamos que la humanidad vive y se alimenta en gran parte, excepto los vegetarianos, del sacrificio diario de cientos de millones de animales.