Santo Tomás de Villanueva fue de los mayores fustigadores de la fiesta de los toros. El arzobispo de Valencia llegó a preguntarse: " ¿Hay brutalidad mayor que provocar a una fiera para que despedace al hombre?" Y, tras calificar este espectáculo de "duro y cruelísimo" denunciaba "en nombre de Jesucristo, a todos cuantos obráis y consentís o no prohibís las corridas" y a todos ellos les conminaba de esta manera: "No sólo pecáis mortalmente, sino que sois homicidas y deudores delante de Dios".
saludos.
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