A mí todas esas historias inventadas por aficionados, ganaderos y toreros no me impresionan. Lo cierto es que la oposición a los toros aumenta debido a la brutalidad con la que son sacrificados en las plazas. La gente se harta, los pueblos avanzan y las civilizaciones
actualizan sus bárbaras costumbres antiguas, igual que sucedió con las celebradas en los circos romanos durante las fechas del Imperio.
Estoy totalmente convencido de que las autoridades acabarán prohibiendo las corridas en España antes de lo que parece y también estoy seguro de que podré verlo y vivirlo antes de que me muera.
actualizan sus bárbaras costumbres antiguas, igual que sucedió con las celebradas en los circos romanos durante las fechas del Imperio.
Estoy totalmente convencido de que las autoridades acabarán prohibiendo las corridas en España antes de lo que parece y también estoy seguro de que podré verlo y vivirlo antes de que me muera.