José Tomás resucita en Valencia al arte, a la gloria, y al corazón, de todos sus seguidores que tuvimos la gran suerte de verlo de nuevo ante un toro, y de disfrutar con su valor, su entrega, su verdad, su temple, su profundidsd, su quietud y ese desprecio a la faena facil, a la chavacanería y al pintar siempre el mismo cuadro. El pinta cada día un cuadro muevo lleno arte y de valor, de riesgo y de dolor, pero rebosante de pundonor, de desprecio a la vida y de generosidad a la afición y a la fiesta. No distingue entre toro malo y toro bueno, el sale a hacer su faena con la misma disposición cualquiera que sea la condición del animal, no engaña a nadie, el exibe su verdad, y se lo juega todo por gustar a la afición y por engrandecer la Fiesta. Gracia José, nos has dejado satisfechos, lo de menos son las orejas lo de más tu grandeza, tu toreo inigualable, y esa autenticidad que te hace único, distinto e irrepetible. Bien venido a la Gloria.