TRABAJO.
Proveedores de Zara, Nike o H&M se niegan a pagar el sueldo mínimo a sus trabajadores en el suroeste de India
Fábricas de Karnataka que abastecen a algunas de las principales marcas de moda llevan 20 meses sin pagar el salario que establece la ley a sus empleados.
PALOMA ALFAGEME | 21 DIC 2021 19:22
Los trabajadores de las fábricas de Karnataka –un estado al suroeste de India– se encuentran ante lo que parece ser el mayor robo de salarios en la industria de la moda. Allí, se ubica uno de los núcleos del sector de la confección de India, con miles de fábricas y cientos de miles de trabajadores que producen ropa para marcas internacionales como Nike, Zara, Puma o H&M. Más de 400.000 empleados de estas fábricas de Karnataka no han recibido el salario mínimo legal del estado desde abril de 2020, según los datos de Worker Rights Consortium (WRC), una organización independiente que vela por los derechos de los trabajadores en todo el mundo. Desde la asociación, estiman que la cantidad total de salarios impagados hasta ahora supera los 44 millones de euros.
El diario The Guardian ha hablado con algunos de los trabajadores de estas fábricas para conocer su situación. Una de las empleadas ha dicho que solo gana la mitad de lo que necesita para cubrir los gastos de vida básicos, como la comida o el alquiler de la vivienda. «Si hubiéramos obtenido el aumento salarial el año pasado, podríamos haber comido verduras al menos algunas veces al mes. A lo largo de este año, solo he alimentado a mi familia con arroz», cuenta. «Intenté hablar con los que llevan la administración de la fábrica, pero me dijeron: ‘esto es lo que pagamos por trabajar aquí. Si no te gusta, puedes irte».
Desde WRC, destacan que este es el mayor robo que jamás han visto en la industria de la moda. «Los hijos de los trabajadores están pasando hambre para que las marcas puedan ganar dinero», señala Scott Nova, director ejecutivo de WRC, para el medio británico. A pesar de las persistentes demandas de la organización, las marcas no han intervenido para garantizar que los trabajadores que confeccionan sus prendas sean pagados de acuerdo a lo que establece la ley en India.
Dentro de la política de salario mínimo, la parte variable depende de lo que suba el costo de vida. En India, esta prestación variable por carestía se incrementó a 417 rupias al mes en abril de 2020, lo que equivale a casi 4,90 euros. Este suplemento no se les ha pagado a los trabajadores desde que se aprobó hace 20 meses, de modo que a cada empleado se le debe más de 8.300 rupias, cerca de 98 euros. Teniendo en cuenta que el salario mínimo en India no supera los 50 euros al mes, se trata de una cifra considerable.
Los proveedores argumentan que el Ministerio de Trabajo y Empleo suspendió este aumento poco después de su implementación y que una demanda relacionada con el requisito de pagar este incremento aún estaba en trámite en los tribunales de Karnataka. Sin embargo, en septiembre de 2020, el Tribunal Superior de Karnataka dictaminó que esa suspensión del ministerio era ilegal y que el salario mínimo, incluidos todos los atrasos, debe pagarse a los trabajadores independientemente de cualquier otro procedimiento judicial.
Según la WRC, este es el único sector industrial en Karnataka que no cumple con esta orden judicial. Para sus trabajadores, no recibir el aumento de sueldo –ante el incremento del costo de vida– ha tenido un efecto devastador en sus vidas y las de sus familiares, especialmente en las de sus hijos. Una de ellas, incluso, se vio obligada a dejar su casa porque no podía pagar el alquiler. «El incremento salarial que recibíamos cada año no cubría nuestros costos de vida, pero sí ayudaba con cosas como la comida para la familia y las medicinas. Trabajar en las fabricas de ropa es muy doloroso», lamenta la trabajadora. «Las marcas que compran en mi fábrica exigen calidad y que la ropa se envíe a tiempo, pero no les molesta lo que me suceda».
Nike, H&M, Puma, C&A, Gap, Tesco y Marks & Spencer, que se encuentran entre las marcas que se abastecen de las fábricas de Karnataka, han dicho estar comprometidas con pagar el salario mínimo legal y esperan que sus proveedores cumplan con la orden del Tribunal Superior. «Hemos dejado claro a nuestros proveedores en Karnataka que deben pagar a los trabajadores los salarios mínimos exigidos por ley, incluidos los atrasos», han declarado desde H&M. «Si no lo hacen, tendrá consecuencias comerciales graves». Desde Inditex, empresa propietaria de Zara, han destacado que están «contactando con proveedores de la región para instarlos a que realicen los pagos».
El director ejecutivo de WRC insiste en que «han pasado casi dos años desde que los proveedores se negaron a pagar el salario mínimo y las marcas han dejado que esto continúe cuando saben que son las únicas con el poder de detener este robo de salarios generalizado». Ante esta situación, declara, están consintiendo que persista esta «violación de los derechos humanos a gran escala.
Proveedores de Zara, Nike o H&M se niegan a pagar el sueldo mínimo a sus trabajadores en el suroeste de India
Fábricas de Karnataka que abastecen a algunas de las principales marcas de moda llevan 20 meses sin pagar el salario que establece la ley a sus empleados.
PALOMA ALFAGEME | 21 DIC 2021 19:22
Los trabajadores de las fábricas de Karnataka –un estado al suroeste de India– se encuentran ante lo que parece ser el mayor robo de salarios en la industria de la moda. Allí, se ubica uno de los núcleos del sector de la confección de India, con miles de fábricas y cientos de miles de trabajadores que producen ropa para marcas internacionales como Nike, Zara, Puma o H&M. Más de 400.000 empleados de estas fábricas de Karnataka no han recibido el salario mínimo legal del estado desde abril de 2020, según los datos de Worker Rights Consortium (WRC), una organización independiente que vela por los derechos de los trabajadores en todo el mundo. Desde la asociación, estiman que la cantidad total de salarios impagados hasta ahora supera los 44 millones de euros.
El diario The Guardian ha hablado con algunos de los trabajadores de estas fábricas para conocer su situación. Una de las empleadas ha dicho que solo gana la mitad de lo que necesita para cubrir los gastos de vida básicos, como la comida o el alquiler de la vivienda. «Si hubiéramos obtenido el aumento salarial el año pasado, podríamos haber comido verduras al menos algunas veces al mes. A lo largo de este año, solo he alimentado a mi familia con arroz», cuenta. «Intenté hablar con los que llevan la administración de la fábrica, pero me dijeron: ‘esto es lo que pagamos por trabajar aquí. Si no te gusta, puedes irte».
Desde WRC, destacan que este es el mayor robo que jamás han visto en la industria de la moda. «Los hijos de los trabajadores están pasando hambre para que las marcas puedan ganar dinero», señala Scott Nova, director ejecutivo de WRC, para el medio británico. A pesar de las persistentes demandas de la organización, las marcas no han intervenido para garantizar que los trabajadores que confeccionan sus prendas sean pagados de acuerdo a lo que establece la ley en India.
Dentro de la política de salario mínimo, la parte variable depende de lo que suba el costo de vida. En India, esta prestación variable por carestía se incrementó a 417 rupias al mes en abril de 2020, lo que equivale a casi 4,90 euros. Este suplemento no se les ha pagado a los trabajadores desde que se aprobó hace 20 meses, de modo que a cada empleado se le debe más de 8.300 rupias, cerca de 98 euros. Teniendo en cuenta que el salario mínimo en India no supera los 50 euros al mes, se trata de una cifra considerable.
Los proveedores argumentan que el Ministerio de Trabajo y Empleo suspendió este aumento poco después de su implementación y que una demanda relacionada con el requisito de pagar este incremento aún estaba en trámite en los tribunales de Karnataka. Sin embargo, en septiembre de 2020, el Tribunal Superior de Karnataka dictaminó que esa suspensión del ministerio era ilegal y que el salario mínimo, incluidos todos los atrasos, debe pagarse a los trabajadores independientemente de cualquier otro procedimiento judicial.
Según la WRC, este es el único sector industrial en Karnataka que no cumple con esta orden judicial. Para sus trabajadores, no recibir el aumento de sueldo –ante el incremento del costo de vida– ha tenido un efecto devastador en sus vidas y las de sus familiares, especialmente en las de sus hijos. Una de ellas, incluso, se vio obligada a dejar su casa porque no podía pagar el alquiler. «El incremento salarial que recibíamos cada año no cubría nuestros costos de vida, pero sí ayudaba con cosas como la comida para la familia y las medicinas. Trabajar en las fabricas de ropa es muy doloroso», lamenta la trabajadora. «Las marcas que compran en mi fábrica exigen calidad y que la ropa se envíe a tiempo, pero no les molesta lo que me suceda».
Nike, H&M, Puma, C&A, Gap, Tesco y Marks & Spencer, que se encuentran entre las marcas que se abastecen de las fábricas de Karnataka, han dicho estar comprometidas con pagar el salario mínimo legal y esperan que sus proveedores cumplan con la orden del Tribunal Superior. «Hemos dejado claro a nuestros proveedores en Karnataka que deben pagar a los trabajadores los salarios mínimos exigidos por ley, incluidos los atrasos», han declarado desde H&M. «Si no lo hacen, tendrá consecuencias comerciales graves». Desde Inditex, empresa propietaria de Zara, han destacado que están «contactando con proveedores de la región para instarlos a que realicen los pagos».
El director ejecutivo de WRC insiste en que «han pasado casi dos años desde que los proveedores se negaron a pagar el salario mínimo y las marcas han dejado que esto continúe cuando saben que son las únicas con el poder de detener este robo de salarios generalizado». Ante esta situación, declara, están consintiendo que persista esta «violación de los derechos humanos a gran escala.