Sevilla: Fiestas y Folclore
En primavera, cuando toda Sevilla huele a azahar, con sólo una o dos semanas de intervalo, tienen lugar las dos fiestas más impresionantes del año; la Semana Santa, de fama universal con sus tradicionales procesiones, y la Feria de Abril una colorida y alegre manifestación del más auténtico folclore de esta tierra, donde el flamenco, el caballo, los toros y el vino de Jerez tendrán un gran protagonismo.
A continuación, se da una sucesión de ferias en todos los pueblos de la provincia y los alrededores que durará hasta Septiembre. Su fisonomía será parecida a la de la feria de Sevilla, donde nos encontramos las casetas, los trajes de flamenca, el baile y el vino. La única diferencia es que la Feria de Sevilla es mucho más grande e impresionante.
El día del Corpus Christi también se celebra en Sevilla con la escenificación y la alegría propia de esta ciudad. El centro y los aledaños del ayuntamiento se adornan a tal efecto, los balcones de las casas, las calles y los escaparates de las tiendas. La procesión del Corpus pasando por la mañana por el centro de la ciudad es un evento de gran tipismo.
Entre las fiestas de otoño destaca la que se celebra, la madrugada del 7 al 8 de Diciembre, en el monumento a la Virgen de la Inmaculada, de la Plaza del Triunfo, entre la Catedral y el Alcázar. Allí se congrega una muchedumbre para asistir al tradicional desfile de todas las tunas de la ciudad y muchas de las afueras que vienen a cantar a la Virgen en conmemoración a dicha fiesta. El espectáculo y el ambiente se extenderán hasta muy entrada la mañana. En Sevilla se dice que si en esa noche no llueve, tampoco lloverá en Semana Santa, y así se confirma cada año.
A la mañana siguiente se asiste a la tradicional y antigua danza de Los Seises, niños que cantan y bailan en la catedral. El espectáculo está lleno de gracia con el color que aportan sus ancestrales trajes en celeste, blanco y oro, (aún los originales, ya que, como reza la tradición, está permitido repararlos pero nunca hacerlos nuevos).
El Año Nuevo comienza al pie del reloj del Ayuntamiento en la Plaza Nueva. Allí se reúne una multitud, a tomar las 12 tradicionales uvas al compás de las campanadas, que marcan los últimos 12 segundos del año. A partir de aquí se celebrarán fiestas públicas y privadas en toda la ciudad, hasta la mañana en que se suele ir a desayunar antes de ir a dormir.
El 5 de Enero, por la tarde-noche, cruza la ciudad la tradicional Cabalgata de los Reyes Magos, con un excepcional espectáculo de luz y color. Desde las carrozas, llamativamente decoradas como en carnaval, los Reyes Magos, sus pajes y las damas tiran caramelos a los niños. Ello simboliza la entrada en la ciudad de los Reyes Magos que el día 6 de Enero por la mañana traerán los regalos.
En primavera, cuando toda Sevilla huele a azahar, con sólo una o dos semanas de intervalo, tienen lugar las dos fiestas más impresionantes del año; la Semana Santa, de fama universal con sus tradicionales procesiones, y la Feria de Abril una colorida y alegre manifestación del más auténtico folclore de esta tierra, donde el flamenco, el caballo, los toros y el vino de Jerez tendrán un gran protagonismo.
A continuación, se da una sucesión de ferias en todos los pueblos de la provincia y los alrededores que durará hasta Septiembre. Su fisonomía será parecida a la de la feria de Sevilla, donde nos encontramos las casetas, los trajes de flamenca, el baile y el vino. La única diferencia es que la Feria de Sevilla es mucho más grande e impresionante.
El día del Corpus Christi también se celebra en Sevilla con la escenificación y la alegría propia de esta ciudad. El centro y los aledaños del ayuntamiento se adornan a tal efecto, los balcones de las casas, las calles y los escaparates de las tiendas. La procesión del Corpus pasando por la mañana por el centro de la ciudad es un evento de gran tipismo.
Entre las fiestas de otoño destaca la que se celebra, la madrugada del 7 al 8 de Diciembre, en el monumento a la Virgen de la Inmaculada, de la Plaza del Triunfo, entre la Catedral y el Alcázar. Allí se congrega una muchedumbre para asistir al tradicional desfile de todas las tunas de la ciudad y muchas de las afueras que vienen a cantar a la Virgen en conmemoración a dicha fiesta. El espectáculo y el ambiente se extenderán hasta muy entrada la mañana. En Sevilla se dice que si en esa noche no llueve, tampoco lloverá en Semana Santa, y así se confirma cada año.
A la mañana siguiente se asiste a la tradicional y antigua danza de Los Seises, niños que cantan y bailan en la catedral. El espectáculo está lleno de gracia con el color que aportan sus ancestrales trajes en celeste, blanco y oro, (aún los originales, ya que, como reza la tradición, está permitido repararlos pero nunca hacerlos nuevos).
El Año Nuevo comienza al pie del reloj del Ayuntamiento en la Plaza Nueva. Allí se reúne una multitud, a tomar las 12 tradicionales uvas al compás de las campanadas, que marcan los últimos 12 segundos del año. A partir de aquí se celebrarán fiestas públicas y privadas en toda la ciudad, hasta la mañana en que se suele ir a desayunar antes de ir a dormir.
El 5 de Enero, por la tarde-noche, cruza la ciudad la tradicional Cabalgata de los Reyes Magos, con un excepcional espectáculo de luz y color. Desde las carrozas, llamativamente decoradas como en carnaval, los Reyes Magos, sus pajes y las damas tiran caramelos a los niños. Ello simboliza la entrada en la ciudad de los Reyes Magos que el día 6 de Enero por la mañana traerán los regalos.