Los palestinos quieren sacar el máximo partido al triunfo diplomático que el mes pasado elevó su estatus al de Estado observador ante la Asamblea de
Naciones Unidas y les acercó un paso más a la creación de Palestina como país independiente. Sienten que asisten a una corriente de simpatía inédita, que animó a la mayoría de los países europeos a apoyarles en la
ONU.
Alemania incluso, le negó el “sí” a
Israel. Con renovada autoestima, han decidido lanzar la pelota al tejado israelí y poner sobre la mesa una nueva propuesta negociadora para la que aspiran contar con el respaldo del
Gobierno español y que Saeb Erekat, el máximo negociador palestino, detalla a este diario en su ciudad, Jericó, horas antes de
viajar a
España.
Hace más de dos años que palestinos e israelíes no se sientan cara a cara a negociar. Ahora los palestinos trabajan en una propuesta, que presentarán en enero y que consiste en lo siguiente: ofrecen retomar las conversaciones de paz donde las dejaron en 2008 siempre y cuando Israel deje de construir en los asentamientos y libere a los prisioneros palestinos anteriores a los acuerdos de Oslo. Las negociaciones durarían un plazo máximo de seis meses, durante los cuales debe alcanzarse un acuerdo marco.