LA PREGUNTA.
Cuando llora el corazón
sobran las palabras
y los ojos ni osan mirar.
La firmeza huye de las manos
y parecen los pasos temblar.
Cuando llora el corazón
el sentido se ha escapado
y ausente está la voluntad.
La confusión la mente ha encerrado
y la única compañía es la soledad.
Una sola pregunta viene a retumbar
¿cómo, cuando y por donde empezar?
(Enrique Momigliano)