Las
vacaciones:
De Conde:
Recuerdo haberlas esperado con ansia, desbordado por la fatiga del
trabajo, casi siempre necesitado de interrumpir por unos días la enloquecida dinámica de la vida caótica que solía llevar. Aprovechaba entonces la pausa laboral para reponer fuerzas, echarle un vistazo a la
familia y comunicar con los
amigos, salí de casa para nunca más volver. descubrí que un
hombre percibe mejor el valor de la libertad si no hay muebles que se interpongan en su camino
Aquella situación invertía el trazado económico de mi vida, es cierto, pero me sirvió sin duda para comprender que la pérdida del dinero es una conquista admirable si va acompañada de la pérdida del pudor.
Fue así como perdí muchas de las referencias de la educción recibida y me volqué en vivir hasta sus últimas consecuencias una existencia al borde del caos en un ambiente en el que las vacaciones de los tipos crudos coincidían.
Fueron
veranos por muchas razones inolvidables. Y aunque me joda admitirlo, fue así, comprendí que un hombre sólo se siente verdaderamente libre cuando no le importa el desperfecto de peder su alma.
Lo que cuenta es conservar en buen estado el equilibrio entre la mente y el cuerpo. Y yo ahora sé que a mantener a raya la conciencia ayuda mucho que te funcione el cuerpo.
Que lo paseis muy bien