Quienes promueven el voto obligatorio desconfían del pueblo para ejercer el sufragio libremente, desconfían de su conciencia individual. No confían en los ciudadanos.
Si se analiza bien, ésta desconfianza es similar a la que tenían quienes se oponían al sufragio universal. Una desconfianza clasista.
saludos
Si se analiza bien, ésta desconfianza es similar a la que tenían quienes se oponían al sufragio universal. Una desconfianza clasista.
saludos