La fiesta de Halloween, una fiesta típica anglosajona que los cutres de las tiendas españolas, amparados por progres consumidores han trasladado a España y para más inri la han hecho popular entre los niños y niñas del país, cuando no deja de ser una menospreciable e insultante fiesta que hiere la sensibilidad de todos aquellos que sentimos respeto hacía nuestros seres queridos fallecidos, para los que esta absurda mascarada no guarda ningún respeto. Esa es la educación que traen a nuestros niños-as españoles.
saludos
saludos