Aunque no participe de Halloween por falta de costumbre, no estoy para nada en contra de esta fiesta afincada en los últimos años en nuestro país y venida de fuera de nuestras fronteras. Si el personal se divierte, se lo pasa bien y la economía se ve beneficiada, mejor que mejor, y no podemos decir que haya desplazado una tradición nuestra porque aquí lo único que se hace el día de los difuntos, como gran exaltación a la hipocresía, es limpiar los nichos una vez al año de tos nuestros muertos. Lo que me gustaría saber es en qué momento de la historia la hortaliza que representa esta terrorífica fiesta y que le da tan buen sabor al potaje de garbanzos como es la calabaza, ha cogido connotaciones tan negativas. Cuando una novia te daba borricate se decía: tan dao calabazas. En el Mago de Oz, ¿qué creéis que tenía por cabeza el espantapájaros que ansiaba tener un cerebro? En el colegio los suspensos se contaban por calabazas. El mítico concurso televisivo del 1,2,3 tenía por mascota esta hortaliza, pero te la podías llevar a tu casa siendo la antagonista del magnífico apartamento en Torrevieja. Cenicienta a las 12 de la noche volvía a su mísera vida, y su gran carruaje... ¿en qué crees que se convertía? ¡Qué habrá hecho la pobre calabaza para merecer este trato tan negativo! Sirva este humilde artículo como mí más sentido homenaje a esta hortaliza que tanto formó parte de nuestra dieta, en forma de potitos y está comprobado que no solo en España, sino en el mundo entero, que cuando te cuelgan un sambenito, no hay quien te lo quite.
C. R
Seguimos con la reconquista desde el SUR le pese a quien le pese.
C. R
Seguimos con la reconquista desde el SUR le pese a quien le pese.
Y qué bueno està el cabello de àngel. Saludos.