Mañana se cumple la efemérides de un dia 2 de mayo del 1808 donde la nación española dirigida anteriormente por una persona sin meritos personales Manuel Godoy, primer ministro del reino de España por la gracia de su amante la reina Maria Luisa de Parma, esposa del rey Carlos IV se doblego a la Francia del tirano Napoleon Bonaparte y por las davidas prometidas de crear un reino para èl, Los Algarves facilito la invasión francesa pacíficamente de nuestra Patria España. Rindo con este mensaje honor y gloria a aquellos españoles de bien que se ofrecieron su vida en defensa de su Patria.
LA LUCHA CONTRA EL INVASOR FRANCES
1º PARTE
Esta contienda que ha quedado reflejada en esta historia como Guerra de Independencia, no sería inicialmente designada así sino como Revolución o Guerra de la Revolución y fue posteriormente en el 1823, cuando las crónicas la definen como Guerra de la Independencia.
Ya Napoleón antes presagiaba que “una guerra de ocupación en España es inviable porque esto originaría un levantamiento popular” y pasada esta etapa reconocía a posteriori “Esa maldita guerra de España fue la causa de mis desgracias”.
No obstante, este conflicto que se extendió el periodo (1808- 1814) no opuso sólo a españoles y a invasores pues el bando patriota estaba muy dividido y también junto a los invasores había muchos españoles que eran partidarios de José I.
Vamos a analizar las distintas facciones que intervienen en la lucha.
Entre los patriotas que se alzaron en defensa de la nación o de la patria, conceptos controvertidos según la ideología política de la persona, ya fuese absolutista o liberal y así los primeros lo asociaban a la continuidad de la monarquía absoluta y los segundos deseaban acabar con este sistema.
No obstante, pese a que los sectores sociales se levantaron contra los franceses, la burguesía y la aristocracia se aliaron con los invasores, temerosos de la revuelta de los sectores populares.
Asimismo los españoles afrancesados, aquellos seducidos por las nuevas ideas ilustradas o revolucionarias se dividieron en dos bandos; aquellos que se posicionaron con los patriotas y los otros que eran partidarios de Napoleón, lo que demostraba que finalmente la contienda fue una guerra civil.
El enfrentamiento se provocó en octubre de 1807, cuando un ejército francés de 28.000 hombres al mando del general Junot penetraba en España, rumbo Portugal.
Ya anteriormente Francia y España había firmado el Tratado de Fontainebleau donde decidieron la ocupación y el desmembramiento de Portugal.
Según el Tratado, Portugal sería dividido en tres partes: la provincia de Entre Duero y Miño con capital en Oporto sería cedido a la reina de Etruria con el título de Lusitania septentrional; el Alentejo y el Algarve para Godoy, Príncipe de la paz quien recibiría el título de Rey del Algarve y las provincias de Beira, Tras-os-Montes y Extremadura quedarían en depósito hasta alcanzada la paz general.
Pero Napoleón se apresto no sólo a ocupar Portugal sino también toda la península con objeto de cumplir su proyecto como anexionarse a Francia todos los territorios situados al norte del Ebro; comerciar libremente con el Imperio español y portugués en América y proceder a su bloqueo naval a través de Cádiz, Lisboa y Barcelona.
Este proyecto fue favorecido por la actuación del príncipe Fernando quien aglutino junto a su persona a todos los descontentos con Godoy y en contacto secreto con Napoleón conspira para acceder al trono.
El 17 de marzo de 1808 se produce el Motín de Aranjuez donde Godoy fue depuesto de su cargo y el rey Carlos IV abdico a favor de su hijo Fernando.
El 24 de marzo de 1808 el príncipe Fernando convertido en rey hacía su entrada en Madrid y precisamente en esta fecha Napoleón tenía en la península un ejército de casi 100.000 hombres, divididos en cinco Cuerpos en calidad de aliados a España con el objeto de según el Tratado de Fontainebleau la invasión de Portugal.
El mariscal Murat que dirigía las tropas francesas en Madrid persuadió a Fernando VII y a sus padres Carlos IV y María Luisa de Parma que fueran a Bayona y obtuvieron la mediación de Napoleón.
Una vez desplazados a Bayona, allí Napoleón consiguió algo insólito como fue la cesión de los derechos dinásticos de Fernando VII y Carlos IV a favor de su persona.
Ante esta decisión, Napoleón tenía sus manos libres para decidir que Fernando VII quedaría confinado en el castillo de Valençay y que Napoleón pudiera elegir un nuevo monarca para España cuya decisión recayó en su hermano José, quien hasta entonces había sido Rey de Nápoles.
Pero el montaje de Napoleón no terminaba aquí, pues quiso dotar a su designación familiar de un contenido político, instaurando una monarquía representativa y con carácter reformista a través de un instrumento que era una Constitución.
En el mes de junio reuniría en Bayona a una asamblea de notables españoles en el entorno de 150 designados y convocados por su lugarteniente el general Murat quienes discutirían y aprobaron el texto, ya previamente decidido por Napoleón.
El texto fue posteriormente aprobado por 93 asambleístas y llamada la Constitución de Bayona, fue la primera ley de este tipo en España que representaba la versión napoleónica de la reforma necesaria para el nuevo reino.
Los sucesos de Bayona se difundieron por todo el territorio peninsular lo que originaría una insurrección en todo el territorio, libre de franceses.
En León, Asturias, La Coruña, Valladolid, Valencia, Zaragoza Sevilla, Cádiz y Granada junto a otros territorios de menor importancia se provocaron levantamientos de idéntico carácter, o bien de base popular ante la indecisión de las autoridades o su oposición dirigidos contra los franceses o contra las propias autoridades quienes por su vileza pagaron con su propia vida allí donde las circunstancias les obligaron a estas posturas.
La relación del levantamiento fue la creación de poderes políticos con una conciencia de legitimación nueva para que la voluntad colectiva defendiese a la nación.
LA LUCHA CONTRA EL INVASOR FRANCES
1º PARTE
Esta contienda que ha quedado reflejada en esta historia como Guerra de Independencia, no sería inicialmente designada así sino como Revolución o Guerra de la Revolución y fue posteriormente en el 1823, cuando las crónicas la definen como Guerra de la Independencia.
Ya Napoleón antes presagiaba que “una guerra de ocupación en España es inviable porque esto originaría un levantamiento popular” y pasada esta etapa reconocía a posteriori “Esa maldita guerra de España fue la causa de mis desgracias”.
No obstante, este conflicto que se extendió el periodo (1808- 1814) no opuso sólo a españoles y a invasores pues el bando patriota estaba muy dividido y también junto a los invasores había muchos españoles que eran partidarios de José I.
Vamos a analizar las distintas facciones que intervienen en la lucha.
Entre los patriotas que se alzaron en defensa de la nación o de la patria, conceptos controvertidos según la ideología política de la persona, ya fuese absolutista o liberal y así los primeros lo asociaban a la continuidad de la monarquía absoluta y los segundos deseaban acabar con este sistema.
No obstante, pese a que los sectores sociales se levantaron contra los franceses, la burguesía y la aristocracia se aliaron con los invasores, temerosos de la revuelta de los sectores populares.
Asimismo los españoles afrancesados, aquellos seducidos por las nuevas ideas ilustradas o revolucionarias se dividieron en dos bandos; aquellos que se posicionaron con los patriotas y los otros que eran partidarios de Napoleón, lo que demostraba que finalmente la contienda fue una guerra civil.
El enfrentamiento se provocó en octubre de 1807, cuando un ejército francés de 28.000 hombres al mando del general Junot penetraba en España, rumbo Portugal.
Ya anteriormente Francia y España había firmado el Tratado de Fontainebleau donde decidieron la ocupación y el desmembramiento de Portugal.
Según el Tratado, Portugal sería dividido en tres partes: la provincia de Entre Duero y Miño con capital en Oporto sería cedido a la reina de Etruria con el título de Lusitania septentrional; el Alentejo y el Algarve para Godoy, Príncipe de la paz quien recibiría el título de Rey del Algarve y las provincias de Beira, Tras-os-Montes y Extremadura quedarían en depósito hasta alcanzada la paz general.
Pero Napoleón se apresto no sólo a ocupar Portugal sino también toda la península con objeto de cumplir su proyecto como anexionarse a Francia todos los territorios situados al norte del Ebro; comerciar libremente con el Imperio español y portugués en América y proceder a su bloqueo naval a través de Cádiz, Lisboa y Barcelona.
Este proyecto fue favorecido por la actuación del príncipe Fernando quien aglutino junto a su persona a todos los descontentos con Godoy y en contacto secreto con Napoleón conspira para acceder al trono.
El 17 de marzo de 1808 se produce el Motín de Aranjuez donde Godoy fue depuesto de su cargo y el rey Carlos IV abdico a favor de su hijo Fernando.
El 24 de marzo de 1808 el príncipe Fernando convertido en rey hacía su entrada en Madrid y precisamente en esta fecha Napoleón tenía en la península un ejército de casi 100.000 hombres, divididos en cinco Cuerpos en calidad de aliados a España con el objeto de según el Tratado de Fontainebleau la invasión de Portugal.
El mariscal Murat que dirigía las tropas francesas en Madrid persuadió a Fernando VII y a sus padres Carlos IV y María Luisa de Parma que fueran a Bayona y obtuvieron la mediación de Napoleón.
Una vez desplazados a Bayona, allí Napoleón consiguió algo insólito como fue la cesión de los derechos dinásticos de Fernando VII y Carlos IV a favor de su persona.
Ante esta decisión, Napoleón tenía sus manos libres para decidir que Fernando VII quedaría confinado en el castillo de Valençay y que Napoleón pudiera elegir un nuevo monarca para España cuya decisión recayó en su hermano José, quien hasta entonces había sido Rey de Nápoles.
Pero el montaje de Napoleón no terminaba aquí, pues quiso dotar a su designación familiar de un contenido político, instaurando una monarquía representativa y con carácter reformista a través de un instrumento que era una Constitución.
En el mes de junio reuniría en Bayona a una asamblea de notables españoles en el entorno de 150 designados y convocados por su lugarteniente el general Murat quienes discutirían y aprobaron el texto, ya previamente decidido por Napoleón.
El texto fue posteriormente aprobado por 93 asambleístas y llamada la Constitución de Bayona, fue la primera ley de este tipo en España que representaba la versión napoleónica de la reforma necesaria para el nuevo reino.
Los sucesos de Bayona se difundieron por todo el territorio peninsular lo que originaría una insurrección en todo el territorio, libre de franceses.
En León, Asturias, La Coruña, Valladolid, Valencia, Zaragoza Sevilla, Cádiz y Granada junto a otros territorios de menor importancia se provocaron levantamientos de idéntico carácter, o bien de base popular ante la indecisión de las autoridades o su oposición dirigidos contra los franceses o contra las propias autoridades quienes por su vileza pagaron con su propia vida allí donde las circunstancias les obligaron a estas posturas.
La relación del levantamiento fue la creación de poderes políticos con una conciencia de legitimación nueva para que la voluntad colectiva defendiese a la nación.