revolución tecnológica
El paso del tiempo es algo relativo. Y no hablo solamente del concepto de relatividad física de la dilatación del tiempo, sino de cómo éste puede ser entendido como breve o no según la referencia que cojamos al medirlo. ¿Y si volvemos 20 años en el tiempo y vemos cómo era nuestra sociedad antes de los iphones, las redes sociales, el whatsapp y otros elementos cotidianos de nuestro día a día, y cómo se pensaba en el futuro cercano?
El paso del tiempo es algo relativo. Y no hablo solamente del concepto de relatividad física de la dilatación del tiempo, sino de cómo éste puede ser entendido como breve o no según la referencia que cojamos al medirlo. ¿Y si volvemos 20 años en el tiempo y vemos cómo era nuestra sociedad antes de los iphones, las redes sociales, el whatsapp y otros elementos cotidianos de nuestro día a día, y cómo se pensaba en el futuro cercano?
El Apple (y la sociedad) pre-iPhone.
Macintosh ataca de nuevo. Así empieza la entrada de 1999 sobre la presentación del G3, el Power Mac de aquella generación y que parecía consolidar el ascenso que estaba viviendo la empresa de Cupertino desde sus peores años a mediados de los noventa. “Lo que estaba en juego era saber si Apple podía volver a ser un grande de la informática”, mencionaba el autor. Nadie en aquella época imaginaba que la empresa de la manzana mordida sería el máximo referente en la innovación tecnológica de consumo en la siguiente década. Y claro, nadie imaginaba que la revolución vendría de la mano de un chisme de bolsillo que nada tenía que ver con este Power Mac, ni con el iMac que revitalizó la trayectoria de Apple y del propio Steve Jobs.
En otra entrada anterior, el autor nos anticipa que “los ordenadores de mano y de bolsillo serán tan comunes como los teléfonos móviles” Lo que no anticipaba ni él ni los fabricantes entrevistados en la entrada es que los teléfonos móviles absorberían y sustituirían a esos ordenadores de bolsillo.
Macintosh ataca de nuevo. Así empieza la entrada de 1999 sobre la presentación del G3, el Power Mac de aquella generación y que parecía consolidar el ascenso que estaba viviendo la empresa de Cupertino desde sus peores años a mediados de los noventa. “Lo que estaba en juego era saber si Apple podía volver a ser un grande de la informática”, mencionaba el autor. Nadie en aquella época imaginaba que la empresa de la manzana mordida sería el máximo referente en la innovación tecnológica de consumo en la siguiente década. Y claro, nadie imaginaba que la revolución vendría de la mano de un chisme de bolsillo que nada tenía que ver con este Power Mac, ni con el iMac que revitalizó la trayectoria de Apple y del propio Steve Jobs.
En otra entrada anterior, el autor nos anticipa que “los ordenadores de mano y de bolsillo serán tan comunes como los teléfonos móviles” Lo que no anticipaba ni él ni los fabricantes entrevistados en la entrada es que los teléfonos móviles absorberían y sustituirían a esos ordenadores de bolsillo.