A los Foreros
Analizando la situación actual de España con una política decadente y corrupta, con tantos negocios escándalosos protagonizados por políticos con sus recepción de davidas y su enriquecimiento injusto he decidido escribir este articulo, que lo propongo a la opinión publica. He aquí este.
LA ESPAÑA AGONICA: SUPERVIVENCIA O BALCANIZACION
1ª Parte
Este es el titulo de uno de mis ensayos que publique en 2010 y ya aquí advertia de los peligros futuros que amenazaban la existencia de España cuyas causas identificaba con la descabellada idea de legalizar en la Constitución del 1978 los partidos independentistas e incluir el termino territorial de la existencia de “nacionalidades”.
La Constitución del 1978 no ha supuesto el construir una democracia buena para España sino por los resultados conseguidos hasta la fecha, apunta a lo contrario en relación de destruir democráticamente España.
Yo he incluido en mi ensayo:”La Nueva España en el Siglo XXI” una solución al problema al crear una nueva Institución que es “El tribunado del Pueblo”un órgano que representa a la soberanía nacional que es elegido por el pueblo donde no tienen cabida los partidos políticos que representan sus intereses particulares y no los nacionales y este órgano colegiado tendría un poder supremo sobre cualquier Institución e incluso respecto a la Jefatura del Estado con la que conjuntamente seria el soporte de aquel.
Sería Polibio, historiador romano, quien predijo que el movimiento de la Historia estaba sometido a la fatalidad de un proceso cíclico. Fundamentándose en esta convicción, Polibio expuso su teoría sobre “los ciclos constitucionales”.
Así comentaba de forma genérica, que “la Monarquía, engendraba la Tiranía así como la Tiranía engendra a su vez la Aristocracia, la cual engendra a la Oligarquía y la Oligarquía es reemplazada por la Democracia y al final la Democracia acabará con la lucha de todos contra todos, en una guerra civil y entonces le sucede la autoridad única en forma de Despotismo”.
Polibio expone, que este carácter natural, se desarrolla conforme a la Naturaleza y por tanto los hombres siempre pueden prever los futuros estadios que van a acontecer.
Si analizamos este pensamiento filosófico y observamos el ultimo desarrollo de la Historia España en tres Edades, Media, Moderna y Contemporánea, comprobaremos el cumplimiento de los ciclos anunciados y en qué etapa nos encontramos y el fatal destino que nos espera si no actuamos con un cambio de timón en la política nacional y corregimos nuestro rumbo equivocado, que nos dirige hacia la autodestrucción como pueblo.
En tiempos anteriores el cambio de mentalidad de la población, adoptando un sentido de vida hedonista y materialista, alejado de los ideales sagrados del amor a su tierra, llamándose como se llamaba, Al-Ándalus, originaron la fractura del Estado.
Se constituyeron muchos reinos independientes y atomizados, que fueron pasto fácil de los reinos cristianos castellano- aragoneses, que fueron sometidas por la fuerza, integrándose en la estructura centralista de Castilla y Aragón, hasta que el año 1492 terminó la presencia musulmana en España, tras la toma de Granada.
En la Edad Moderna, son los Reyes Católicos quienes definitivamente terminan con la anarquía que reina en Castilla, desde Enrique II de Trastámara, más conocido como Enrique el de las Mercedes, por sus dádivas que conceda a los nobles por su reconocimiento como rey fratricida y transcurre un periodo de ciento cincuenta años, donde el pueblo español está dividido en banderías y en acontecimientos intrascendentes.
La monarquía se refuerza con los mandatos de Carlos I Emperador y Felipe II y sucede un periodo de decadencia con los últimos Austrias, Felipe III, Felipe IV y Carlos II, a quienes les correspondería el apelativo de “reyes holgazanes” por su incapacidad para dirigir personalmente sus responsabilidades de gobierno y delegar en válidos, que abusando de su posición, acumularon cargos, honores y riquezas con ambiciones desmedidas y codicias insaciables, olvidando la obligación del gobernante que es servir al bien común del pueblo.
Felipe III y Felipe IV, no pueden con la dura herencia y a este no poder le corresponde una progresiva relajación en la moral interna española, que va como soltando amarras de responsabilidades, de criterios morales que van desbaratando su capacidad política, encharcando cada vez más, su ímpetu y su voluntad de acción.
De esta monarquía decadente, le sucede la oligarquía, protagonizada por los validos, primero el marqués de Denia, seguido de los duques de Lerma, Uceda, el marqués de Siete Iglesias y por último el Conde-Duque de Olivares, D. Gaspar de Guzmán, hombre entregado a los intereses de la monarquía, pero quizás cegado por su política exterior, haciendo a España, participe una serie de conflictos bélicos como la Guerra de los Treinta Años, empobreciendo la frágil economía del Estado y desatendiendo la política interior.
La España de los Austrias, es un Estado descentralizado formado por un conjunto de reinos independientes (Castilla, Aragón, Navarra, Portugal, el Reino de las dos Sicilias y el territorio de América), todos unidos por la Corona, como vástago común en referencia la figura del Rey de España, existiendo un régimen de autonomías de los distintos territorios.
El movimiento desintegrador se inicia en Cataluña y es Barcelona gobernada por la alta burguesía y un campesinado muy próspero, quienes ambos grupos sociales unirían sus fuerzas siendo este hecho lo que ocurrió en el año 1640 como el llamado “Corpus de Sangre”.
Las tropas catalanes rebeldes derrotaron las tropas reales de Felipe IV y Cataluña parecía irremisiblemente perdida para siempre pero unida a Francia con el comportamiento y las depredaciones de que fue objeto Cataluña por parte de Francia, hicieron cambiar la situación y se unió definitivamente a España. La secesión en Portugal fue un hecho y un contagio de la secesión de Cataluña. Se inicia la sublevación en Lisboa en fecha 1 de diciembre de 1640, aclamando al duque de Braganza, de la antigua familia real portuguesa con el nombre de Juan IV.
Julio Reyes Rubio
Analizando la situación actual de España con una política decadente y corrupta, con tantos negocios escándalosos protagonizados por políticos con sus recepción de davidas y su enriquecimiento injusto he decidido escribir este articulo, que lo propongo a la opinión publica. He aquí este.
LA ESPAÑA AGONICA: SUPERVIVENCIA O BALCANIZACION
1ª Parte
Este es el titulo de uno de mis ensayos que publique en 2010 y ya aquí advertia de los peligros futuros que amenazaban la existencia de España cuyas causas identificaba con la descabellada idea de legalizar en la Constitución del 1978 los partidos independentistas e incluir el termino territorial de la existencia de “nacionalidades”.
La Constitución del 1978 no ha supuesto el construir una democracia buena para España sino por los resultados conseguidos hasta la fecha, apunta a lo contrario en relación de destruir democráticamente España.
Yo he incluido en mi ensayo:”La Nueva España en el Siglo XXI” una solución al problema al crear una nueva Institución que es “El tribunado del Pueblo”un órgano que representa a la soberanía nacional que es elegido por el pueblo donde no tienen cabida los partidos políticos que representan sus intereses particulares y no los nacionales y este órgano colegiado tendría un poder supremo sobre cualquier Institución e incluso respecto a la Jefatura del Estado con la que conjuntamente seria el soporte de aquel.
Sería Polibio, historiador romano, quien predijo que el movimiento de la Historia estaba sometido a la fatalidad de un proceso cíclico. Fundamentándose en esta convicción, Polibio expuso su teoría sobre “los ciclos constitucionales”.
Así comentaba de forma genérica, que “la Monarquía, engendraba la Tiranía así como la Tiranía engendra a su vez la Aristocracia, la cual engendra a la Oligarquía y la Oligarquía es reemplazada por la Democracia y al final la Democracia acabará con la lucha de todos contra todos, en una guerra civil y entonces le sucede la autoridad única en forma de Despotismo”.
Polibio expone, que este carácter natural, se desarrolla conforme a la Naturaleza y por tanto los hombres siempre pueden prever los futuros estadios que van a acontecer.
Si analizamos este pensamiento filosófico y observamos el ultimo desarrollo de la Historia España en tres Edades, Media, Moderna y Contemporánea, comprobaremos el cumplimiento de los ciclos anunciados y en qué etapa nos encontramos y el fatal destino que nos espera si no actuamos con un cambio de timón en la política nacional y corregimos nuestro rumbo equivocado, que nos dirige hacia la autodestrucción como pueblo.
En tiempos anteriores el cambio de mentalidad de la población, adoptando un sentido de vida hedonista y materialista, alejado de los ideales sagrados del amor a su tierra, llamándose como se llamaba, Al-Ándalus, originaron la fractura del Estado.
Se constituyeron muchos reinos independientes y atomizados, que fueron pasto fácil de los reinos cristianos castellano- aragoneses, que fueron sometidas por la fuerza, integrándose en la estructura centralista de Castilla y Aragón, hasta que el año 1492 terminó la presencia musulmana en España, tras la toma de Granada.
En la Edad Moderna, son los Reyes Católicos quienes definitivamente terminan con la anarquía que reina en Castilla, desde Enrique II de Trastámara, más conocido como Enrique el de las Mercedes, por sus dádivas que conceda a los nobles por su reconocimiento como rey fratricida y transcurre un periodo de ciento cincuenta años, donde el pueblo español está dividido en banderías y en acontecimientos intrascendentes.
La monarquía se refuerza con los mandatos de Carlos I Emperador y Felipe II y sucede un periodo de decadencia con los últimos Austrias, Felipe III, Felipe IV y Carlos II, a quienes les correspondería el apelativo de “reyes holgazanes” por su incapacidad para dirigir personalmente sus responsabilidades de gobierno y delegar en válidos, que abusando de su posición, acumularon cargos, honores y riquezas con ambiciones desmedidas y codicias insaciables, olvidando la obligación del gobernante que es servir al bien común del pueblo.
Felipe III y Felipe IV, no pueden con la dura herencia y a este no poder le corresponde una progresiva relajación en la moral interna española, que va como soltando amarras de responsabilidades, de criterios morales que van desbaratando su capacidad política, encharcando cada vez más, su ímpetu y su voluntad de acción.
De esta monarquía decadente, le sucede la oligarquía, protagonizada por los validos, primero el marqués de Denia, seguido de los duques de Lerma, Uceda, el marqués de Siete Iglesias y por último el Conde-Duque de Olivares, D. Gaspar de Guzmán, hombre entregado a los intereses de la monarquía, pero quizás cegado por su política exterior, haciendo a España, participe una serie de conflictos bélicos como la Guerra de los Treinta Años, empobreciendo la frágil economía del Estado y desatendiendo la política interior.
La España de los Austrias, es un Estado descentralizado formado por un conjunto de reinos independientes (Castilla, Aragón, Navarra, Portugal, el Reino de las dos Sicilias y el territorio de América), todos unidos por la Corona, como vástago común en referencia la figura del Rey de España, existiendo un régimen de autonomías de los distintos territorios.
El movimiento desintegrador se inicia en Cataluña y es Barcelona gobernada por la alta burguesía y un campesinado muy próspero, quienes ambos grupos sociales unirían sus fuerzas siendo este hecho lo que ocurrió en el año 1640 como el llamado “Corpus de Sangre”.
Las tropas catalanes rebeldes derrotaron las tropas reales de Felipe IV y Cataluña parecía irremisiblemente perdida para siempre pero unida a Francia con el comportamiento y las depredaciones de que fue objeto Cataluña por parte de Francia, hicieron cambiar la situación y se unió definitivamente a España. La secesión en Portugal fue un hecho y un contagio de la secesión de Cataluña. Se inicia la sublevación en Lisboa en fecha 1 de diciembre de 1640, aclamando al duque de Braganza, de la antigua familia real portuguesa con el nombre de Juan IV.
Julio Reyes Rubio