ESTA TIERRA DE EMIGRANTES
Hay tierras donde la vida te va marcando al instante, y comprendes enseguida que naciste de emigrante. Vas caminando sin rumbo con la vista por delante, y temes ver el absurdo de perder tu buen talante. En Villanueva naciendo para seguir tu destino, a veces vas comprendiendo que no todo es tan divino. De joven quieres buscarte un distinguido buen signo, sin nunca poder marcarte un brindis por el camino. Las emigrantes manchegas que nos marchamos de niñas, dejamos atrás las siegas sin entender de las viñas. Con la frente bien sudada en tiempo de la vendimia, nadie se vio acomplejada ni quiso tener envidia. Emigrantes luchadoras para ganar los jornales, hubo gentes soñadoras de mil formas naturales. Juventud que se formaba entre su vida armoniosa, mientras que dentro llevaba otra senda más dichosa. Eran tiempos de emigrantes que buscaban buen destino, y de la Mancha marchaban soñando tiempo divino. Mujeres que veneraron en trabajos de solera, algunas hasta dejaron a su Mancha de bandera. Cuantos amores perdidos y cuantos sueños logrados, hubo sueños confundidos con rumbos equivocados. Esta Villa de emigrantes que marcharon por el mundo, nunca se vieron distantes ni lamentaron su rumbo. Cada cual con sus amores, la vida te pone a punto, puedes conseguir dolores sin ser amargo tu asunto. Villanueva de Alcardete, en La Mancha toledana, el emigrante decente siempre piensa en raza humana. Las distancias con lamentos, suelen dejarte llorando, hay gentes con sufrimientos que a Toledo van nombrando. Hay sombras en los caminos, y dolores sin razones, en Villanueva su vino, puede borrar sensaciones. Inmigrante desde niña, con mi maleta ligera, fuimos hermanas y piña sin pasar jamás frontera. Los caminos del futuro nadie sabe sus finales, pueden ser alguno duro más terminan en normales. Con Villanueva en el alma camine siempre contenta, mi tierra me daba calma y al recordarla te renta. La vida te ofrece lucha cuando te dan sumisiones, y si te ofrecen la hucha te dará complicaciones. El caminar por la vida sin dudar tus intenciones, llevando la frente erguida borraras complicaciones. Muchas jóvenes manchegas sufrieron las circunstancias, de ver el camino a ciegas entre las extravagancias. Atrás se queda la historia con sus reveses perdidos, hubo mujeres con gloria y otras con sueños vencidos. Esta tierra toledana donde corren los sudores, es bonita la mañana para sus trabajadores. Emigrantes e inmigrantes La Mancha lo fue sintiendo, entre lamentos constantes Villanueva comprendiendo. Otros sueños y otras sendas vienen marcando sus signos, hoy la vida te da riendas para poder ver caminos.
Rosario Fajardo Blanco
Hay tierras donde la vida te va marcando al instante, y comprendes enseguida que naciste de emigrante. Vas caminando sin rumbo con la vista por delante, y temes ver el absurdo de perder tu buen talante. En Villanueva naciendo para seguir tu destino, a veces vas comprendiendo que no todo es tan divino. De joven quieres buscarte un distinguido buen signo, sin nunca poder marcarte un brindis por el camino. Las emigrantes manchegas que nos marchamos de niñas, dejamos atrás las siegas sin entender de las viñas. Con la frente bien sudada en tiempo de la vendimia, nadie se vio acomplejada ni quiso tener envidia. Emigrantes luchadoras para ganar los jornales, hubo gentes soñadoras de mil formas naturales. Juventud que se formaba entre su vida armoniosa, mientras que dentro llevaba otra senda más dichosa. Eran tiempos de emigrantes que buscaban buen destino, y de la Mancha marchaban soñando tiempo divino. Mujeres que veneraron en trabajos de solera, algunas hasta dejaron a su Mancha de bandera. Cuantos amores perdidos y cuantos sueños logrados, hubo sueños confundidos con rumbos equivocados. Esta Villa de emigrantes que marcharon por el mundo, nunca se vieron distantes ni lamentaron su rumbo. Cada cual con sus amores, la vida te pone a punto, puedes conseguir dolores sin ser amargo tu asunto. Villanueva de Alcardete, en La Mancha toledana, el emigrante decente siempre piensa en raza humana. Las distancias con lamentos, suelen dejarte llorando, hay gentes con sufrimientos que a Toledo van nombrando. Hay sombras en los caminos, y dolores sin razones, en Villanueva su vino, puede borrar sensaciones. Inmigrante desde niña, con mi maleta ligera, fuimos hermanas y piña sin pasar jamás frontera. Los caminos del futuro nadie sabe sus finales, pueden ser alguno duro más terminan en normales. Con Villanueva en el alma camine siempre contenta, mi tierra me daba calma y al recordarla te renta. La vida te ofrece lucha cuando te dan sumisiones, y si te ofrecen la hucha te dará complicaciones. El caminar por la vida sin dudar tus intenciones, llevando la frente erguida borraras complicaciones. Muchas jóvenes manchegas sufrieron las circunstancias, de ver el camino a ciegas entre las extravagancias. Atrás se queda la historia con sus reveses perdidos, hubo mujeres con gloria y otras con sueños vencidos. Esta tierra toledana donde corren los sudores, es bonita la mañana para sus trabajadores. Emigrantes e inmigrantes La Mancha lo fue sintiendo, entre lamentos constantes Villanueva comprendiendo. Otros sueños y otras sendas vienen marcando sus signos, hoy la vida te da riendas para poder ver caminos.
Rosario Fajardo Blanco