OPINIÓN.
EDITORIALES-TRIBUNAS.
(CON LOS COMUNISTAS MANDANDO TANTO COMO EN EL 36)
Esto es un proceso revolucionario.
EDUARDO INDA. 17/11/2019 06:30.
Los primeros síntomas de este nuevo Gobierno son aterradores. Y, mucho me temo, que tan sólo un pequeño botón de muestra de lo que está por venir con el estalinista Pablo Iglesias como presidente de verdad por mucho que en su cartera ponga “Vicepresidente del Gobierno de España”. Lo habitual, desgraciadamente, cuando hay gobiernos de coalición. Manda el pez chico, no el grande, un grande que es perfectamente consciente de que el chico no tiene nada que perder y que un simple feo le puede dejar sin el oropel de Moncloa, los lujos del Falcon y los pajarillos y las florecillas de Quintos de Mora o Doñana. Conclusión: mandará el que se metió en el bolsillo 35 de los 350 diputados de la Cámara Baja, es decir, la décima parte. Muuuyyy fuerte. Tiempo al tiempo.
El ninguneo al Rey es premonitorio anticipo de lo mal que lo va a pasar una institución que cuenta con el odio declarado del que será vicepresidente, el sujeto malencarado que se emociona viendo cómo apalean a un policía, cómo azotan hasta sangrar a una mujer y cómo se guillotina a un monarca o a un adversario político. Un individuo que quiere declarar la República por las bravas y mandar a Don Felipe al puerto de Cartagena como su bisabuelo. Anunciar quién será el próximo presidente pasándose por el arco del triunfo la ronda de consultas del Rey es una vulneración del artículo 99 de la Constitución y, por ende, una ilegalidad como la copa de un pino. Hacerlo en pleno viaje del jefe del Estado a Cuba, donde le has mandado en un obvio desprecio a los derechos humanos, es un chuleo de marca mayor, propio de un Sánchez que va de Bogart por la vida y que, para colmo, está amedrentado por su vicepresidenciable.
Pero hay más síntomas para la intranquilidad. Esa presentación pública del preacuerdo de Gobierno PSOE-Podemos sin preguntas es fiel antesala de lo que le ocurrirá a la libertad de expresión en los próximos meses con un Pablo Iglesias que, recuerdo, ahí está la hemeroteca, es partidario de “nacionalizar todos los medios de comunicación privados”. Obviamente, este fenómeno no se consumará de la noche a la mañana sino que tardará tiempo, tal vez años, pero a ningún analista de la historia se le escapa que una vez que coja carrerilla será imparable. Empezarán con alguna ley que, en embustera defensa de la veracidad, otorgue al Gobierno o a algún paniaguado la potestad de sentenciar qué periódicos, radios o televisiones dicen la verdad y cuáles están abonados a las fake news. Medidas aparentemente blandas que se noten poco para que, cuando nos demos cuenta, sea imposible reaccionar porque o bien has tenido que cerrar, bien hay un nuevo régimen que directamente te ha ilegalizado. Sobra puntualizar que OKDIARIO es el objetivo a batir número 1 de esta banda, que diría Albert Rivera.
El pensamiento único, que iba ya por buen camino, lo tiene ahora expedito para imponer esa VERDAD que es más falsa que Judas. Porque cuando una VERDAD considera mentira todo lo que defiende el discrepante es que estamos ante una MENTIRA tan burda como despótica. Vamos por muy mal camino teniendo en cuenta que la opinión publicada es la que conforma la opinión pública y que el 75% de la opinión publicada está en estos momentos en manos de la izquierda o, más bien, de esa extrema izquierda que impone su semántica, su relato y su imaginario con puño de hierro en guante de acero.
EDITORIALES-TRIBUNAS.
(CON LOS COMUNISTAS MANDANDO TANTO COMO EN EL 36)
Esto es un proceso revolucionario.
EDUARDO INDA. 17/11/2019 06:30.
Los primeros síntomas de este nuevo Gobierno son aterradores. Y, mucho me temo, que tan sólo un pequeño botón de muestra de lo que está por venir con el estalinista Pablo Iglesias como presidente de verdad por mucho que en su cartera ponga “Vicepresidente del Gobierno de España”. Lo habitual, desgraciadamente, cuando hay gobiernos de coalición. Manda el pez chico, no el grande, un grande que es perfectamente consciente de que el chico no tiene nada que perder y que un simple feo le puede dejar sin el oropel de Moncloa, los lujos del Falcon y los pajarillos y las florecillas de Quintos de Mora o Doñana. Conclusión: mandará el que se metió en el bolsillo 35 de los 350 diputados de la Cámara Baja, es decir, la décima parte. Muuuyyy fuerte. Tiempo al tiempo.
El ninguneo al Rey es premonitorio anticipo de lo mal que lo va a pasar una institución que cuenta con el odio declarado del que será vicepresidente, el sujeto malencarado que se emociona viendo cómo apalean a un policía, cómo azotan hasta sangrar a una mujer y cómo se guillotina a un monarca o a un adversario político. Un individuo que quiere declarar la República por las bravas y mandar a Don Felipe al puerto de Cartagena como su bisabuelo. Anunciar quién será el próximo presidente pasándose por el arco del triunfo la ronda de consultas del Rey es una vulneración del artículo 99 de la Constitución y, por ende, una ilegalidad como la copa de un pino. Hacerlo en pleno viaje del jefe del Estado a Cuba, donde le has mandado en un obvio desprecio a los derechos humanos, es un chuleo de marca mayor, propio de un Sánchez que va de Bogart por la vida y que, para colmo, está amedrentado por su vicepresidenciable.
Pero hay más síntomas para la intranquilidad. Esa presentación pública del preacuerdo de Gobierno PSOE-Podemos sin preguntas es fiel antesala de lo que le ocurrirá a la libertad de expresión en los próximos meses con un Pablo Iglesias que, recuerdo, ahí está la hemeroteca, es partidario de “nacionalizar todos los medios de comunicación privados”. Obviamente, este fenómeno no se consumará de la noche a la mañana sino que tardará tiempo, tal vez años, pero a ningún analista de la historia se le escapa que una vez que coja carrerilla será imparable. Empezarán con alguna ley que, en embustera defensa de la veracidad, otorgue al Gobierno o a algún paniaguado la potestad de sentenciar qué periódicos, radios o televisiones dicen la verdad y cuáles están abonados a las fake news. Medidas aparentemente blandas que se noten poco para que, cuando nos demos cuenta, sea imposible reaccionar porque o bien has tenido que cerrar, bien hay un nuevo régimen que directamente te ha ilegalizado. Sobra puntualizar que OKDIARIO es el objetivo a batir número 1 de esta banda, que diría Albert Rivera.
El pensamiento único, que iba ya por buen camino, lo tiene ahora expedito para imponer esa VERDAD que es más falsa que Judas. Porque cuando una VERDAD considera mentira todo lo que defiende el discrepante es que estamos ante una MENTIRA tan burda como despótica. Vamos por muy mal camino teniendo en cuenta que la opinión publicada es la que conforma la opinión pública y que el 75% de la opinión publicada está en estos momentos en manos de la izquierda o, más bien, de esa extrema izquierda que impone su semántica, su relato y su imaginario con puño de hierro en guante de acero.